La Voz de Galicia

8.000 guardias nacionales y 4.000 kilómetros de sacos de tierra: así se prepara Florida para el huracán Milton

Sociedad

Daniel de Lucas Madrid / Colpisa

Evacuaciones en Florida ante la llegada del huracán Milton

La tormenta ha pasado a categoría cuatro en su trayecto hacia Tampa, donde la evacuación se ha convertido en una huida «despavorida» antes de su impacto este miércoles en la costa oeste. Todos los vídeos del huracán Milton

09 Oct 2024. Actualizado a las 16:35 h.

Florida se prepara con todo su arsenal para el impacto del huracán Milton, previsto para tocar tierra este jueves a partir de las dos de la madrugada (ocho de la mañana en España). El Gobierno de Estados Unidos ha desplegado a más de 8.000 miembros de la Guardia Nacional y 34 aviones de búsqueda mientras 300 ambulancias permanecen en alerta solamente en la región de Tampa, donde se producirá la primera arremetida.

Hay miedo, incertidumbre y una sensación de desastre inminente. Los comercios y edificios han sido revestidos con todo tipo de paneles para proteger puertas y ventanas. Los sacos de arena se amontonan en las calles contra los bajos de los edificios para evitar que entre el agua en caso de una riada. Se han distribuido tantos que, colocados en fila, ocuparían 4.000 kilómetros de longitud.

Cientos de patrullas de carreteras intentan imponer el orden en las autopistas que salen de Tampa, donde se ha instalado un creciente caos a medida que millones de ciudadanos buscan, «despavoridos» según El Nuevo Herald, cómo escapar del ciclón «más potente de los últimos cien años» en la región. Muchas familias se encontraban esta noche del martes paralizadas en los atascos y en las colas de las estaciones de servicio. Al menos 1.300 gasolineras de la región han cerrado tras quedarse sin reservas. La Guardia Nacional ha escoltado 27 cisternas para reponer los suministros. El combustible serán esencial después de que pase Milton.

El huracán avanza como una poderosa máquina meteorológica de destrucción por el Golfo de México. Cuando salió de Yucatán hace unos días lo hizo con todo su poder: magnitud cinco. En su desplazamiento del martes descendió a cuatro. Sin embargo, en las últimas horas ha crecido notablemente. Se ha hecho más grande y rápido, con ráfagas de viento de 260 kilómetros por hora, aunque se sigue manteniendo en categoría cuatro. La predicción es que toque Florida a partir de las ocho de la tarde y que su máximo golpe se deje notar sobre las dos de la madrugada (entre las 2.00 y 8.00 horas del jueves en España). Los servicios de emergencia también han puesto sobre aviso a otras zonas como Miami y Palm Beach por posibles tormentas tropicales.

La magnitud cinco es la más peligrosa de todas. La escala que mide los huracanes lo hace en razón del viento y es una herramienta eficaz sobre todo para preparar la respuesta asistencial. A partir de rachas de 64 kilómetros por hora sostenidas durante más de un minuto, el Centro Nacional de Huracanes ya tiene ante sí una tormenta tropical a la que se le asigna un nombre. Si el fenómeno supera los 130 kilómetros por hora, ya se trata de un ciclón de categoría uno. Milton nació como un gigante. Es un fuerza cuatro. En este momento, uno de los cinco peores huracanes en la historia del Golfo, según han descrito los meteorólogos.

¿Cuál es la razón de este inusual ciclón? Aparte de que las condiciones en el Golfo de México son las adecuadas para la formación de estas fuerzas tremendas de la naturaleza, los expertos consideran que Milton es especial porque sus aguas han registrado episodios de altas temperaturas este verano a los que se ha añadido en las últimas semanas una ola de calor marina. Un detonante idóneo para las grandes tormentas. No obstante, con suerte, los modelos predicen que en el momento de su impacto en Tampa el huracán habrá rebajado su potencia a fuerza tres o cuatro, aunque sobre el terreno pueda seguir tratándose de un fenómeno insoportable. En función de una u otra magnitud, sus efectos oscilan entre devastadores o catastróficos.

Las áreas en máxima alerta pertenecen a Tampa, Sarasota y Fort Myers. Veintiocho condados están en alerta y al menos en media docena el desalojo ha sido obligatorio. Los servicios de carreteras calculan que desde la noche de este martes más de 5,5 millones de personas se encuentren en pleno éxodo. El resto de la población se atrinchera en sus hogares, cumpliendo las normas de seguridad que las autoridades difunden cada poco tiempo. El Gobierno ha negociado con Uber para prestar servicios gratuitos y el sector hotelero ha rebajado las tarifas para los evacuados. Incluso muchos de ellos han levantado las prohibiciones para mascotas. La oficina del gobernador Ron DeSantis ha advertido a los floridanos que deben alejarse decenas de kilómetros, aunque muchos están optando por distancias mucho más largas.

Más de seis millones de personas han sido evacuadasMarco Bello | REUTERS

A la espera de una potencial devastación, alrededor de 37.000 electricistas se encuentran de guardia. Es previsible que Milton arranque tendidos y colapse redes como sucedió recientemente con el paso del huracán Helene que necesitarán ser repuestas de inmediato. En el caso de Helene, amplias áreas montañosas de las dos Carolinas y Georgia siguen sufriendo problemas de suministro. Circunstancialmente, también aguardan al nuevo ciclón un número indeterminado de voluntarios que trabajan en la limpieza de los restos de destrucción dejados por el anterior ciclón para ayudar en cualquier escenario que pueda dejar el nuevo huracán. La mayoría son inmigrantes y se desplazan a las zonas que han sufrido una catástrofe para retirar árboles, rocas o barro, demoler las casas en ruina o ayudar en el rescate de enseres.

De desastre en desastre

Cuando Florida aún se recupera de los efectos de Helene, el huracán Milton vuelve a amenazar a la península. En total, las autoridades estadounidenses preparan la potencial evacuación de más de seis millones de residentes ante la previsión de fuertes vientos, lluvias torrenciales e inundaciones mortales, según publican los medios locales.

Se trata a priori del peor huracán en décadas. «Monstruoso», advierten los meteorólogos, a no ser que algún tipo de evento natural lo aminore milagrosamente antes de llegar a Tampa. La población sigue las recomendaciones. Las autopistas de salida de Florida aparecieron ayer atascadas por miles de vehículos ocupados por familias que buscan alejarse de la zona de peligro. El tránsito ha continuado de madrugada. En dirección contraria hacia Tampa se dirigían convoyes del ejército y la Guardia Nacional. Las previsiones más recientes apuntan a que Milton impacte en tierra entre las 20.00 horas de este miércoles o las 2.00 horas del jueves.

CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH | EFE

El reciente recuerdo de Helene alimenta la alarma entre una población que siente el aliento de una posible nueva devastación. Miles de escaparates y ventanas han sido cubiertas con paneles de madera. Vecinos y bomberos reparten sacos de arena para frenar las riadas. Los pabellones deportivos han sido habilitados con miles de camas de campaña. Y miles de ciudadanos se lanzaron ayer a los supermercados en busca de comida, agua, botiquines, pilas y otros recursos de emergencia.

El presidente, Joe Biden, declaró la situación de emergencia en el Estado de Florida y prometió ayuda federal para combatir los efectos de Milton. El mandatario, que ha retrasado su viaje a Alemania y Angola, instó a la población a evacuar «ahora, ahora, ahora», ya que «es una cuestión de vida o muerte». Biden teme que Milton pueda ser «la peor tormenta en Florida en un siglo». El temporal combina una singular mezcla de vientos extremos y peligrosas marejadas ciclónicas. Las ráfagas podrían recorrer Tampa a 200 kilómetros por hora (anoche avanzaba por el Golfo de México con rachas de 250 kilómetros por hora) y el nivel de agua puede subir esta próxima madrugada hasta 4,5 metros en algunas zonas costeras.

El huracán ha obligado a clausurar tres aeropuertos y son cientos los vuelos cancelados hoy y mañana de forma preventiva. Los puertos de Florida también han sido cerrados y la navegación quedó restringida en la costa de Carolina del Sur.

El fenómeno tocará tierra en algún punto de la costa oeste con un potencial destructor mayor que el de Helene, que azotó recientemente el sur de Estados Unidos provocando al menos 215 muertos en el sur del país. Los servicios de emergencia se afanan en retirar la mayor cantidad posible de escombros del anterior huracán, que suponen un riesgo para la seguridad y aumentan el daño que Milton pueda causar.

Peligro extremo

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos ha informado de que Milton se mantiene en la categoría cuatro desde el lunes. Los meteorólogos advierten que Florida permanece en «peligro extremo» y se espera que hoy continúe la evacuación en otras zonas, como por ejemplo para los tres millones de habitantes del área metropolitana de Tampa, en el Golfo de México. Anecdóticamente, los responsables del famoso zoológico de Tampa empezaron a trasladar a algunos de sus animales a otros lugares mientras el resto, como elefantes, orangutanes y rinocerontes, permanecerán a resguardo dentro de unas instalaciones del zoo construidas para soportar temporales extremos.

En una clínica de Saint Petersburg, un médico coloca planchas de madera en las ventanas. Recuerda el paso reciente de Helene y lamenta: «Esto es demasiado. Es doloroso», añade a la agencia AFP. «Es un huracán feroz. Tienen tiempo de partir, así que, por favor, háganlo si están en zonas de peligro», urgió anoche el republicano Ron DeSantis, gobernador de Florida, que ha ampliado la emergencia a 51 de los 67 condados del tercer Estado más poblado del país. Más rotunda se mostró Jane Castor, alcaldesa de Tampa: «Helene fue una llamada de atención. Esto es literalmente catastrófico. Puedo decir esto sin que sea exagerado: si eligen quedarse en una de las zonas de evacuación, morirán».

Milton podría traer lluvias de tal intensidad que inundan numerosas áreas urbanas. «Estas tormentas están trayendo más agua que nunca. Y el agua es lo que mata a las personas», advierte la directora de la Agencia Federal de Respuesta a Desastres Naturales (FEMA), Deanne Criswell.

La brutal intensificación de Milton en el Golfo de México ha generado preocupación entre los meteorólogos, en especial al veterano John Toohey Morales. La voz de este puertorriqueño, uno de los hombres del tiempo más prestigiosos de Estados Unidos, se quebró mientras ofrecía un análisis del fenómeno atmosférico que ya se considera como uno de los mayores de la historia. Y a continuación rompió a llorar.

Su reacción no es para menos, en apenas unas horas el fenómeno ha pasado de ser un huracán de categoría dos a convertirse en categoría cuatro. Así, su presión barométrica bajó 50 milibares en 10 horas. Morales achaca la gran fuerza de esta tormenta al «calentamiento global» y al «cambio climático».


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