Dulceida, sobre un parto que no fue lo que esperaba: «¡Madre mía, ha sido durísimo!»

El suyo ha sido uno de los embarazos más seguidos en las redes sociales en lo que va del año. Y es que Dulceida, de vocación, influencer, cuenta con 3,5 millones de seguidores que están pendientes de cada paso que da. El pasado 15 de octubre Aida Domenech, que es como en realidad se llama, dio a luz a la pequeña Aria, la hija que tiene en común con su pareja Alba Paúl. «Ni en nuestros mejores sueños, estamos alucinando y explotando de amor», aseguraban en el post compartido en Instagram junto a una foto en las que se les ve pletóricas y enamoradas. La pareja decidió que fuese Aida la madre gestante porque, según su pareja, «siempre ha tenido el sentimiento de querer sentir lo que es estar embarazada». Y finalmente pudo sentirlo.

Cuatro días después del nacimiento de su pequeña, Dulceida ha querido relatar detalladamente la experiencia que, a su parecer, no ha sido tan idílica como lo había imaginado. Lo hizo para responder a la pregunta que más le han hecho sus seguidores en las historias de Instagram: ¿Cómo fue el parto? Y ella no se corta al responder: «Ahora mismo diría que increíble, que una maravilla, una pasada. Estoy que exploto de amor, lloro todo el rato de felicidad y eso. Pero al día siguiente, cuando me preguntaban, yo decía "¡madre mía, ha sido durísimo!"». Las horas posteriores la cosa no mejoró, de hecho dice que se sintió «aún más frustrada».

«Me puse con contracciones el lunes a las ocho de la tarde en casa. Estuvimos haciendo los ejercicios de relajación Alba y yo aquí hasta las nueve de la noche que ya vinieron cada cinco, regulares y con más potencia. Y a las dos o así fui al hospital y ya tenía contracciones pero no dilataba»,asegura la creadora de contenido que compara su experiencia con la de su madre asegurando que le pasó lo mismo que a ella, «que no dilataba nada».

Estuvo hasta las once de la mañana del día siguiente con las contracciones. «Al final me puse la epidural, pero seguía sin dilatar. Hasta que a las cuatro de la tarde o así, la pequeña se empezó a debilitar y tuvieron que hacerme cesárea», explica. Una operación que no se planteaba porque «esperaba que fuera un parto vaginal pero no pudo ser», cuenta un tanto decepcionada.

«Al día siguiente me frustré bastante porque no me podía levantar, no podía estar con la bebé, no le podía cambiar el pañal», dice la influencer que se está recuperando de la intervención y que comienza estos días a disfrutar de su pequeña. «Ahora pues es una recuperación de una cesárea, pero estoy muy feliz porque tuve a mi doctor todo el rato, a mi comadrona que me estuvo apoyando y acompañado. Estar rodeada de buenos profesionales lo hace todo más fácil. Al día siguiente decía "que parto más duro", pero ahora que han pasado unos días me parece una maravilla porque tengo al pequeñito amor de mi vida entre los brazos».

La experiencia no la achantó y una vez pasada la decepción inicial por no haber tenido el parto que deseaba, aprovecha para tranquilizar a las seguidoras que están en proceso de espera: «Todas las que me decís que tenéis miedo... lo importante es que vuestro peque o vuestra peque y vosotras estéis bien y que somos una maravilla de mujeres», finaliza.