La Voz de Galicia

No solo la lluvia, también la niebla: Galicia desmonta el mito del clima de Londres

Sociedad

X. Fonseca

Vigo supera en días con nubes bajas a la capital inglesa y Ourense en precipitaciones

26 Nov 2024. Actualizado a las 15:55 h.

Si hay una ciudad conocida por un clima que no se corresponde para nada con la realidad es Londres. La sensación generalizada sostiene que en la capital inglesa llueve mucho. Sin embargo, las cifras dicen otra cosa. Cada año se acumulan unos 570 litros por metro cuadrado. Con estos registros el único sitio de Galicia con el que se puede comparar es Ourense, pero incluso en la ciudad de As Burgas se usa más el paraguas ya que anualmente se recogen unos 611 litros.

También es famosa por la niebla, pero tampoco es un fenómeno meteorológico muy habitual en Londres. «Uno de los requisitos para la formación de nieblas es que la masa de aire sea estable, de modo que las nieblas queden confinadas en la superficie y no haya nada que las remueva y las disipe al mezclarlas horizontal o verticalmente con el aire circundante. Las Islas Británicas sufren la llegada de numerosos frentes fríos y cálidos los cuales no son precisamente situaciones en las que domine la estabilidad, sino todo lo contrario. Cierto es que los frentes cálidos encapotan el cielo, lo tornan gris y favorecen la formación de brumas, pero casi nunca crean nieblas cerradas como las que acostumbramos a imaginar», explica el Benito Fuentes, meteorólogo  de la Aemet y uno de los autores del blog Medina Aemet.

En la Península, que está a menudo bajo la influencia del anticiclón de las Azores, la estabilidad atmosférica suele ser habitual. En esta época del año, en cuanto hay un poco de humedad se forman nubes bajas que en algunos sitios pueden ser persistentes. Así que volvemos a hacer el ejercicio de comparar Londres con ciudades españolas. 

Los datos de algunos estaciones meteorológicas instaladas en aeropuertos sitúan a la capital inglesa prácticamente a la cola en número de días con niebla al año. «Sorprende que Vigo y, sobre todo, Tenerife Norte, sean los aeropuertos de la lista con más días de niebla al año. Ambos se encuentran expuestos al flujo marítimo y a la altitud adecuada para que, cuando se genera un poco de nubosidad, esta impacte directamente en el aeródromo y reduzca la visibilidad», apunta Benito.

El mito de las nieblas de Londres tiene una explicación y se remonta a la época en la que los hogares usaban el carbón para calentarse. El humo que salía de las chimeneas contenían partículas que ejercían como catalizador para la formación de las nubes bajas. Eran unas nieblas químicas conocidas como smog.

En el otoño de 1952, este tipo de niebla provocó el episodio de contaminación atmosférica más grave de la historia en Europa. A finales de noviembre y comienzos de diciembre el Reino Unido estaba bajo los efectos de un potente anticiclón.

En el Valle del Támesis, las altas presiones provocaron un fenómeno de inversión térmica, común en esta época del año. Lo habitual es que el aire, a medida que asciende en la atmósfera se enfríe, pero en una situación de inversión térmica ocurre justo al contrario. Las altas presiones producen un estancamiento del aire sobre la superficie, que se va enfriando cada vez más y provoca que el termómetro se desplome en las capas bajas.

Para combatir el frío que provocó aquella configuración, que mantenía además el viento en calma, los londinenses quemaron más carbón que nunca y el humo no tardó en cubrir toda la ciudad. Londres estuvo durante cinco días consecutivos envuelta en aquella niebla química y cuando se disipó se pudo comprobar las dimensiones de la tragedia. Más de 12.000 personas habían fallecido por respirar aire contaminado, especialmente niños y personas mayores. Este episodio meteorológico protagoniza uno de los capítulos de la primera temporada de la serie The Crown

 

 


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