La Aemet publica el mapa que confirma la singularidad climática de noviembre

A medida que avanza el otoño, la radiación solar en el hemisferio norte se va reduciendo progresivamente. Esto provoca que el aire frío que había estado confinado durante el verano en el polo norte empiece a caer hacia las latitudes medias. La presencia de aire gélido incomoda al anticiclón, que se retira a sus aposentos en las Azores, y alimenta la formación de borrascas que cruzan el Atlántico de la mano de la corriente en chorro.

Así, la meteorología natural en este momento del año es que las borrascas se sitúen cerca de Irlanda y sus frentes afecten de lleno a Galicia, mientras las altas presiones protegen a la mitad sur y este de la Península.

Desde hace semanas, sin embargo, el tiempo ha estado comportándose justo del revés. El mapa de precipitación acumulada de noviembre refleja la configuración atmosférica que predominó en la Península el pasado noviembre.

Las anomalías positivas de lluvia (por encima de la media) se registraron en la mitad este, mientras que en el resto fue un mes muy seco. Según la Agencia Estatal de Meteorología «con los datos disponibles hasta el día 28, y a pesar de las abundantes lluvias de los primeros días en la vertiente mediterránea, las precipitaciones quedaron un 40 % por debajo de lo normal».

Noviembre comenzó igual que había terminado octubre. El anticiclón estaba situado al norte de Galicia, protegiendo a la comunidad gallega, y las bajas presiones se movían más al sur de lo normal. Esta situación impulsó la formación de las danas y el flujo de viento de levante que generó la precipitación por encima de la media en Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.

Durante el último tramo del mes, hubo además una circulación persistente e intensa de vientos del sur que enviaron aire cálido. En Galicia se registraron noches tropicales, con mínimas por encima de los 20 grados, y máximas altas para la época del año, con valores diurnos que superaron los 25 grados en la mitad norte incluso. De hecho, fue en las provincias de Lugo y A Coruña donde más se notaron las altas temperaturas. Algunas localidades de A Mariña llegaron a registrar los valores más altos de la comunidad.

«El pasado noviembre fue el más cálido en el conjunto de la España peninsular desde que hay registros. Su temperatura media fue de 12.4 grados, 2.8 por encima del promedio del período 1991-2020. Superó en 0.5 grados al noviembre más cálido hasta ahora, el de 1983», confirman desde la Aemet.