Hijos de grandes empresarios marroquíes, implicados en un caso de violación con sumisión química
Sociedad
Los hechos ocurrieron en noviembre en una fiesta privada en una mansión de Casablanca. La víctima es una abogada francesa
11 Dec 2024. Actualizado a las 11:43 h.
Es un caso de agresión sexual que choca tanto por la manera en la que ha sido perpetrado como por las personas implicadas. Las autoridades de Marruecos han detenido al hijo de un conocido empresario farmacéutico —ya fallecido—, al descendiente del presidente de una de las principales organizaciones patronales del país y a un tercer miembro de la alta burguesía por presuntamente violar a una joven francesa. Los hechos ocurrieron a principios de noviembre y se tuvo constancia de ellos a finales del mes. La víctima, que es abogada de profesión, presentó una denuncia en París y en Casablanca; en ella asegura haber sido agredida por varios hombres en una fiesta privada en una mansión.
Este episodio de violencia machista no solo hizo correr ríos de tinta en la prensa marroquí al afectar a tres miembros de familias de las clases más pudientes, sino por la manera en que la joven fue presuntamente agredida. Ella denunció que la drogaron y que sufrió una «amnesia total» durante esa fiesta, a la que acudió junto con su novio, un directivo de la Confederación General de las Empresas de Marruecos (CGEM). A ese último le habrían atacado y expulsado de la mansión.
Según el testimonio de la letrada, sin que ella se diera cuenta le suministraron una dosis de GHB, también conocido como éxtasis líquido o «la droga de las violaciones». Proporcionó un informe médico que le hicieron en Francia que certificaba las heridas que sufrió. Este tipo de agresión a través de sumisión química recuerda la pesadilla vivida en el sur del territorio galo durante casi una década por Gisèle Pelicot, cuyo caso ha tenido una repercusión mundial en los últimos meses.
País marcado por el laxismo judicial
En el caso de la abogada francesa, su denuncia ha tenido un gran eco en Marruecos —y en menor medida en Francia— debido a la personalidad de los acusados. El digital marroquí Le Desk reveló sus nombres después de su arresto. El presunto violador es Kamil Bennis, el hijo treintañero de un exdiplomático y empresario farmacéutico, en cuya mansión tuvieron lugar los hechos. Él afirma que se trató de una «relación consentida». También están siendo investigados Saad Slaoui y M'hammed Alj, hijo del presidente de la patronal, por haber «facilitado la violación».
No es la primera vez en que miembros de la élite marroquí están implicados en un episodio de abusos machistas a una francesa. El Tribunal de París condenó el año pasado a seis años de prisión al cantante Saad Lamjarred, uno de los artistas más conocidos ese país del Magreb, por haber violado a una mujer en un hotel de lujo parisino. Su abogado Thierry Herzog, que también defiende al expresidente Nicolas Sarkozy en sus múltiples casos de corrupción, presentó un recurso y esa pena aún no se aplicó.
El laxismo judicial en los casos de violencia machista es un problema estructural en Marruecos, según los colectivos feministas de ese país. La asociación Masaktach denunció que, en el 2020, de los 1.200 juicios que hubo por casos de violencia sexual, en el 80 % de ellos los magistrados pronunciaron penas inferiores a lo previsto por la ley. Hasta el 14 % de las mujeres marroquíes, según un informe gubernamental, reconocía haber sufrido abusos sexuales en el 2019, mientras que ese porcentaje era del 9 % diez años antes.