La Voz de Galicia

Cinco estudios científicos que corroboran que el consumo de vino con moderación es bueno para la salud

Somos Agro

M. Alfonso M. Alfonso Redacción / La Voz

Durante el pasado año se publicaron 1.230 artículos sobre vino y salud, según la OIVE, que ha hecho un recopilatorio de los más importantes

09 Jan 2020. Actualizado a las 10:03 h.

«El vino es considerado un alimento y forma parte de la dieta Mediterránea», explican desde la Interprofesional del Vino de España (OIVE). Añaden también que cada vez son más las investigaciones que avalan los beneficios de un consumo moderado. De hecho, durante el año pasado se publicaron un total de 1.230 artículos científicos sobre la relación con el vino y la salud. La OIVE ha recopilado los cinco más importantes del año que demuestran, entre otras cosas, que un consumo moderado puede ayudar a prevenir enfermedades como el Alzhéimer, impedir la progresión del cáncer de próstata, reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 o reducir el riesgo de fallecer de cáncer colorrectal. E insiste en que consumo moderado es una copa diaria en mujeres, dos para hombres.

Un equipo de científicos españoles, coordinados desde la Universidad de Castilla-La Mancha, publicó en la prestigiosa revista Free Radical Biology and Medicine los resultados inéditos de una investigación que permite conocer de forma precisa el funcionamiento del resveratrol, presente en la uva tinta. Según recoge la OIVE, Mairena Martín, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la UCLM explica que «el vino tinto es rico en moléculas con efecto antioxidante, entre ellas, polifenoles entre los que se encuentra el resveratrol». Estas moléculas «disminuyen, e incluso bloquean el estrés oxidativo que está relacionado con muchas patologías, como las cardiovasculares, las neurodegenerativas como el Alzhéimer. Por todo esto un consumo moderado de vino se ha considerado saludable», añade la investigadora.

ANA GARCIA

Pero no solo el tinto tiene beneficios para la salud. El equipo de investigación dirigido por el doctor Estruch, en colaboración con el equipo de la doctora Lamuela-Raventós, ambos pertenecientes a la Universidad de Barcelona y al CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, del Instituto de Salud Carlos III), publicó también el pasado año en la revista Clinical Nutrition el estudio titulado «El consumo de vino blanco añejo con moderación modula factores de riesgo cardiovascular a través de su efecto sobre células endoteliales progenitoras y biomarcadores inflamatorios». Este estudio, en el que participaron 38 voluntarios, permitió profundizar en el conocimiento sobre el efecto del consumo moderado de vino blanco añejo en marcadores de salud cardiovascular, relacionados con la aterosclerosis, en hombres con riesgo cardiovascular elevado. Los resultados mostraron cómo el consumo de vino parecía incrementar el número de células endoteliales progenitoras presentes en sangre. Estas células actúan como defensa frente al daño en la superficie de los vasos sanguíneos, reparándolos y restaurando su funcionalidad. Además, tras el consumo de vino se observaban menores niveles de marcadores de inflamación, una mejora de la tensión arterial diastólica y de los niveles del conocido como colesterol bueno.

El tercero de los estudios que recopila la OIVE se inició en 1986 en la Universidad de Harvard y versa sobre cómo influye la dieta en el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón o el cáncer. Estos investigadores analizaron la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en 47.568 participantes sanos que no habían desarrollado cáncer antes del inicio del experimento, ni tenían problemas con el alcohol. Después de 25 años de estudio, 869 personas habían fallecido a consecuencia de este tipo de cáncer. Pero los investigadores observaron que el consumo moderado de alcohol se asociaba con una menor probabilidad de morir debido al cáncer de próstata. Los participantes que desarrollaron esta enfermedad durante el estudio y continuaban bebiendo vino después de que los médicos se lo detectasen parecían tener un menor riesgo de fallecer a consecuencia de ella. Esto planteaba la posibilidad de que el consumo de vino fuese capaz de impedir la progresión del cáncer. Los científicos concluyeron que un consumo moderado de alcohol no parecía asociarse con un mayor riesgo de fallecer de cáncer de próstata y que un consumo moderado en los hombres con esta enfermedad no parecía estar relacionado con un peor avance de la enfermedad.

ALBERTO LÓPEZ

Otro artículo, en este caso publicado en el British Medical Journal, repasaba la evidencia científica sobre la relación entre la dieta y al diabetes tipo 2. En este caso, concluyeron que el consumo bajo y moderado de vino se asociaba con un menor número de casos nuevos de diabetes tipo 2, por lo que los autores indican que los resultados sugieren que un consumo moderado podría asociarse con un menor riesgo de padecer esta enfermedad. También recuerda que un consumo elevado puede dañar la salud.

El quinto y último estudio fue publicado por la revista Cancer Epidemiology, Biomakers & Prevention. Este metanálisis realizado por investigadores estadounidenses y surcoreanos analiza la relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de fallecer de cáncer colorrectal. Los resultados de nueve estudios mostraron que cuando se comparaba el riesgo de fallecer de los pacientes que nunca habían bebido y de los pacientes que tenían un consumo de alcohol bajo (>12,5 g de etanol/día) o moderado (12,5-37,5 g/día) antes de la detección del cáncer, quienes bebían poco tenían un menor riesgo de morir por todos los tipos de causas y por cáncer de colon que los abstemios. Además, los investigadores también trataron de comprobar si el tipo de bebida alcohólica que se bebía tenía importancia en esta relación. Y observaron que aquellos participantes que tenían un consumo bajo o moderado de vino antes de ser diagnosticados de cáncer tenían una menor probabilidad de fallecer, en general, y específicamente debido al cáncer colorrectal.

 


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