Rías Baixas consiguió aumentar el precio de sus vinos en la pandemia

El coronavirus supuso un gran palo para el sector vitícola español. De golpe y porrazo todos los establecimientos hosteleros cerraron sus puertas dejando sin pedidos a buena parte de las bodegas españolas. Fue un momento de caos, de confusión, en el que las empresas se lanzaron a la conquista del canal de la alimentación y de Internet para intentar colocar sus productos. Hoy, más de un año después de que aquella primera crisis terminara, Rías Baixas ha hecho un análisis de cómo la denominación de origen respondió a la pandemia. Los resultados no podrían ser mejores. En los últimos meses, las bodegas reorientaron sus ventas, hasta convertir a la distribución en su primer cliente. Lo hicieron incrementando el precio medio del albariño hasta situarlo como el vino con denominación de origen más caro de España.

«Rías Baixas es uno de los sectores más dinámicos y siempre ha sabido adaptarse a las circunstancias», aseguró Ramón Huidobro, gerente del consello regulador, que ayer participó en una charla en Cambados junto con los presidentes de las tres principales cooperativas de la denominación: Carlos Carrión, de Paco & Lola, Xoán Allegue, de Martín Códax y Dolores Calvo, de Condes de Albarei. Recordó cómo en el 2008, cuando el mercado español se desplomó, «esa crisis se convirtió en un revulsivo que nos ayudó a la internacionalización de nuestros vinos». El coronavirus, por su parte, ha permitido a las bodegas reorientar sus ventas. Antes de aquel marzo del 2020, Rías Baixas realizaba el 62 % de sus ventas en el canal Horeca (Hostelería y restauración). Ahora, las tornas han cambiado y es en la gran distribución donde se registra ese mismo porcentaje. Pero es que, además, en un momento en el que todo el mundo bajaba precios para conseguir colocar sus producciones en los mercados, «nosotros superamos la crisis aumentando nuestro precio medio y poniéndonos por encima de Ribera del Duero, que es la denominación española más valorada», insistió Huidobro. Así lo recoge un informe elaborado por la consultora Nielsen. Cuando la hostelería cerró sus puertas, Rías Baixas tenía un precio medio de 8,02 euros por litro, mientras que el de Ribera del Duero era de 8,60. Semanas después, el precio medio del albariño subió hasta los 8,60 euros, mientras el de Ribera caía a los 7,96 euros.

El gerente también explicó que solo 68 de las 178 bodegas que tiene la denominación de origen venden en alimentación. «Pero es que a los quince días de que empezara el confinamiento, todas las bodegas habían creado o puesto en marcha su propio lugar de venta en Internet, había 118 marcas vendiendo allí», sostiene. Todos estos datos solo corroboran que «una vez más, ante el problema, las bodegas supieron darle la vuelta», añadió. Todo ello ha permitido que las cifras de venta, tanto en el mercado nacional como en el internacional, apenas se resintieran a pesar de la pandemia.