Paco & Lola, la cooperativa de las Rías Baixas que quiso ayudar a los cafeteros de Colombia
Somos Agro
El presidente de la bodega visitó el país para diseñar con Caficosta, una empresa social, su nuevo plan estratégico de la mano de la ONG Acodea
04 Nov 2024. Actualizado a las 09:24 h.
Caficosta es una cooperativa de productores de café de la costa Caribe colombiana que, como otras de la región, lleva desde la pandemia pasando algunas dificultades financieras. Oficialmente, tiene dos mil socios, de los que solo mil trabajan activamente, y sus plantaciones se ubican en zonas de alta montaña en una región muy amplia del norte de Colombia, en la que puede haber hasta 600 kilómetros de distancia entre unos cultivos y otros. Esta entidad participa en el proyecto Futuro Orgánico e Inclusivo, financiado por la Unión Europea y co-ejecutado por Acodea, organización sin ánimo de lucro española que se dedica a asesorar a empresas agrarias en varios países de Sudamérica. Y fue esta última entidad la que recurrió al presidente de la cooperativa vitícola Paco & Lola, Carlos Carrión, que se desplazó hasta el país para ayudar a esta firma a redactar su plan estratégico. La experiencia fue muy positiva, asegura Carrión, que se encontró allá «a gente con muchas ganas de aprender y que nos veían como aliados», afirma.
«Acodea es una organización que proviene del sector agrario español. Fue fundada por UPA, Fademur y Cooperativas Agroalimentarias de España con la idea de trasladar el conocimiento y la experiencia del sector agrario a las cooperativas de Sudamérica», cuenta Rafael Lesmes, coordinador de equipos de esta ONG en Colombia. Son especialistas «en proyectos para fortalecer organizaciones de productores agrarios y uno de nuestros principales valores es que tenemos una red de expertos, que son trabajadores del sector agrario español», añade. Uno de ellos es Carrión, con quien contactaron hace ya algunos años. «Nos expusieron su proyecto y, con cierta frecuencia, nos enviaban un correo con sus necesidades», relata el presidente de Paco & Lola.
«Carlos es uno de nuestros agripoolers, expertos que provienen del sector agrario español de las cooperativas y que pueden aportar su experiencia y conocimiento», añade Lesmes. A ellos le dan el marco teórico al que se enfrentan las empresas en apuros «y dejamos que sean ellos los que hablen con los productores, porque creemos que esta experiencia tiene mucho valor», asegura. Así fue como Carrión oyó hablar de Caficosta. «Me propusieron ayudar a diseñar un plan estratégico para una cooperativa cafetera», explica. Lo primero que supo fue que «abarcaba una superficie de 600 kilómetros cuadrados, con todos los problemas de logística que eso supone, y de gestión del café y de los cafetales», cuenta. Y, en parte por eso, «estaban atravesando diversas dificultades».
«Nosotros identificamos que es una cooperativa con gran potencial. Nos pidieron apoyo para renovar su plan estratégico y entonces buscamos entre nuestros agripoolers un perfil así, una persona de una organización que también hubiera tenido dificultades», cuenta Lesmes. Y uno de los seleccionados para la tarea fue Carrión. «Cuando me contó la historia de Paco & Lola vi que encajaba a la perfección. Hay muchas similitudes entre el mundo del café y el del vino y el del café, por ejemplo, tiene mucho que aprender sobre cómo manejan el márketing las bodegas», añade.
Esta cooperativa nació después de la quiebra de otras tres empresas de base social que operaban en la zona. «Allí existe la Federación Nacional del Café, que es una institución con mucho arraigo, y que fue la que compuso está cooperativa con los restos de otras tres», explica Carrión. El resultado fue una empresa que llegó a tener más de dos mil socios, «aunque ahora hay como 1.500 de los que 1.000 están en activo», añade. La empresa abarca una gran extensión de terreno, pues incluye a productores de tres departamentos, que vienen a ser las comunidades autónomas españolas. «Habían estado en una situación financiera comprometida desde la pandemia y hay mucha competitividad en la región, por lo que quieren reorientar su plan estratégico para darle un enfoque a la empresa basado en el café de calidad y sostenibilidad», asegura Lesmes. La firma tenía varias particularidades. «Los socios no están obligados a vender toda su producción a la cooperativa y cada productor elabora el café en su casa y lo lleva a la cooperativa cuando está listo para vender», cuenta Carrión. Algo inaudito. «Es como si aquí cada uno de sus socios nos trajera el vino, en vez de las uvas, pero allá tiene su lógica porque, debido a las grande distancias, no puede pasar mucho tiempo entre que se recolecta y se procesa el café, sobre todo cuando el medio de transporte era la mula», asegura. Tenían más problemas, «como que tenían un sistema de información que era la antítesis de la inmediatez y no había forma de compartir información de manera ágil», asegura. Así que allá se fue el presidente de Paco & Lola, a contar la experiencia de esta cooperativa vitivinícola a los directivos de otra cooperativa cafetera con el único objetivo de que su experiencia les pudiera servir de ayuda.
Carrión: «Aquí tenemos una idea de Colombia que tiene muchos perjuicios»
Lo primero que sorprendió a Carrión fue el país. «Aquí tenemos una idea de Colombia que tiene muchos perjuicios», argumenta. Porque él se encontró un país «no tan inseguro como se piensa, en el que Bogotá tiene los mismos problemas que cualquier otra capital». También, la actitud de los directivos de la cooperativa, con los que mantuvo intensas reuniones durante su estancia. «Estaban muy agradecidos de que estuviera allí tratando de echar una mano, nos trataban como sus aliados», asegura. También en Acodea quedaron muy satisfechos con esta experiencia. «Carlos es un torbellino de entusiasmo. Tiene una combinación increíble entre su parte más técnica y lo humanamente cercano que es con todo el mundo. Queremos que en un futuro vuelva con este y con otros proyectos», afirmó Lesmes.
«Fueron cuatro días de ocho horas de trabajo de una intensidad tremenda, ni siquiera vimos la ciudad de Valledupar porque acabábamos exhaustos», explica Carrión. Sus encuentros eran con el personal directivo de la cooperativa, así como con los miembros del consejo rector, «y era increíble las ganas que todos tenían de aprender. Tenían una actitud proactiva y preguntaban de todo», explica. El encuentro incluyó una reunión, vía Zoom, con el consejo rector de Paco & Lola, que estaba en Galicia. «Los machacaron a preguntas», relata. Sobre la mesa se pusieron cuestiones como los mercados del café o los operadores de estos. «Los retamos a que conocieran mejor el mercado global del café, a que se interesaran por las tendencias de consumo, a que supieran cuánto está dispuesto a pagar el consumidor por sus productos. Porque el 93 % del café colombiano se exporta y si no sabes qué pasa más allá de tus fronteras están en posición de indefensión», añade Lesmes.
«La experiencia fue muy enriquecedora, el café se cultiva en las montañas y se parece un poco a nuestra viticultura heroica, pero lo suyo es mucho más heroico», relata Carrión, quien reconoce que no pudo visitar ni una plantación debido a las gran distancia a la que se encontraban. Acodea considera que los objetivos marcados con la visita de Carlos se cumplieron de sobra. «Se trataba de que hicieran un plan estratégico y conseguimos que establecieran unos objetivos claros de cuál debía ser su destino en los próximos años y cuáles las decisiones clave», concluye Rafael Lesmes.