Investigadores de la Universidad de Santiago crean herbicidas selectivos para usar en cultivos
Agricultura
13 Jun 2006. Actualizado a las 07:00 h.
Las malas hierbas y las plagas son los principales enemigos de los cultivos. Su crecimiento en una explotación agrícola hace que el valor total de la producción disminuya hasta un 20%. El uso de herbicidas es necesario para conseguir cosechas estables con un alto rendimiento. Pero los productos actuales no distinguen entre las malas hierbas y el resto de las plantas, además de contaminar si se emplean en exceso o si se aplican sin control. Un grupo de científicos del departamento de Química Orgánica de la Universidad de Santiago creen que han encontrado la solución. El equipo, dirigido por los profesores Luis Castedo y Concepción González-Bello, trabaja en un proyecto de herbicidas ecológicos y, hasta cierto punto, «inteligentes», financiado a través del Plan Galego de I+D+i. «La finalidad es descubrir nuevos herbicidas con el máximo de selectividad, de forma que ataquen preferentemente las malas hierbas y afecten lo mínimo a las cultivadas, y que no sean perjudiciales para el medio ambiente», explica Castedo. Los compuestos químicos a diseñar, sintetizar y ensayar son miles, por lo que los investigadores utilizan programas informáticos para realizar análisis simulados y acotar la búsqueda. En el laboratorio han desarrollado ya un tipo de sustancias similares a un azúcar, por lo que son biodegradables, capaces de impedir que las malas hierbas sinteticen los aminoácidos que las hacen crecer con rapidez. También intentan que los compuestos sean eficaces en dosis pequeñas. De momento, el equipo compostelano ya tiene listos dos herbicidas «muy prometedores» y con una potencia casi mil veces superior al glisofato, el herbicida comercial. Ya están patentados en Europa y EE.?UU., y pronto comenzarán los ensayos in vitro en colaboración con un centro de investigación norteamericano. Una empresa alemana del sector agrícola (Bayer CropScience) está interesada en probar los productos en plantas. Si pasan el test, no tardarían mucho en llegar al mercado.