A los británicos les importa mucho la variedad de uva, a los alemanes la D. O.
Agricultura
Una encuesta desvela los gustos vitícolas de los consumidores europeos
15 Dec 2020. Actualizado a las 05:00 h.
¿Qué tienen más en cuenta los consumidores británicos a la hora de elegir un vino? ¿Sus criterios de selección son los mismos que los de franceses y alemanes? A estas y a otras preguntas responde la encuesta sobre el consumidor de vino elaborada por la Unión Europea en el marco de una evaluación de las medidas de la PAC aplicables al sector vitivinícola. Para su elaboración se entrevistaron a 2.105 personas de cuatro Estados miembros. Dos de ellos, Reino Unido y Alemania, son grandes consumidores, mientras que los otros dos, Francia y España, son productores netos. El documento deja entrever que existen grandes diferencias entre los consumidores de estos países y que lo que preocupa a unos, no es importante para los otros.
Del documento se ha hecho eco el Observatorio Español del Mercado del Vino que, entre las conclusiones principales, destaca el interés de los británicos por las variedades de uva, mientras que franceses y españoles valoran más la denominación de origen. Curiosamente, el estudio deja entrever el general desconocimiento que gran parte de los consumidores de los cuatro países tiene sobre el sistema de indicaciones de calidad europeo, es decir, denominaciones e indicaciones geográficas. Por último, señala que los vinos de baja graduación no despiertan interés ni en el Reino Unido, ni en Francia.
La encuesta deja claro que un 58 % de los consumidores de estos cuatro países toman vino al menos una vez a la semana. La frecuencia con la que degustan estas bebidas es el doble en Francia y España que en Reino Unido y Alemania. De hecho, entre un 18 y 19 % beben menos de una vez al mes en estos dos últimos países europeos.
Del tinto y del blanco
Sobre el tipo de vino que consumen, en España el 62 % apuesta por el tinto, mientras que en Reino Unido consumen tanto tinto (38%) como blanco (37 %). En Francia, en cambio, les gusta mucho el tinto (48%), pero también el rosado (26%). Británicos y alemanes son los principales consumidores de vinos blancos, pero a los primeros les gustan también los rosados (13%) y los espumosos (10 %). Tampoco hay acuerdo sobre los vinos con denominación de origen o IXP. Franceses y españoles prefieren estos productos (38 y 43 % respectivamente). Pero en Reino Unido, en cambio, apuestan por los vinos varietales (42%), frente a apenas un 10 % de consumidores que optan por estas marcas de calidad y un 28 % que, directamente, no sabe lo que consume. Alemania, por su parte, es el país con el mayor porcentaje de consumidores que prefieren vinos sin indicación geográfica, un 11 %. En cuanto al origen del vino, españoles, franceses y alemanes prefieren que provengan de la Unión Europea, mientras que una cuarta parte de los británicos no sabe cuál es el origen del vino que ha consumido.
El precio es el principal factor que influye en la compra en estos cuatro mercados (20 %), aunque no muy distanciado de la variedad (17 %), el origen del vino (15 %) o la recomendación de familiares y profesionales (11 %). Por países, en Reino Unido, el criterio principal es el precio, mientras que en Alemania se apuesta por la marca, en Francia por los signos de calidad en las etiquetas y en España, por el origen del producto. La variedad de uva es también un criterio de compra más importante para los británicos (22 %), que para los franceses o alemanes. Si les damos elegir entre variedad o indicación geográfica, Francia y España optan por las segundas claramente, mientras que los alemanes tienen más preferencia por el varietal (55 %) y los británicos se decantan por este último (82 %).
Desconocimiento y poca valoración de las indicaciones de calidad en los vinos europeos
La encuesta pretendía también arrojar luz sobre cómo está funcionando el sistema de indicaciones geográficas y denominaciones de origen. Mientras que el sistema parece que funciona en España, done un 86 % de los consumidores afirmaron identificar con claridad este etiquetado, en Reino Unido un 37 % aseguraron no saber que significan ni las denominaciones de origen, ni las indicaciones geográficas. Un 37 % de los españoles y un 36 % de los franceses aseguraron conocer las diferencias entre estas dos marcas de calidad, frente a un 25 % de los alemanes y a un 17 % de los ingleses.
Tampoco tienen muy claro lo que significan estos marchamos de calidad. Cerca del 60 % de españoles y franceses saben que se corresponden con una localización geográfica, algo que solo conocen el 40 % de los británicos. Pero menos de la mitad de los encuestados los relaciona con limitaciones a la producción o gestión de un área geográfica.
Sobre la información que proporcionan las etiquetas de vino, los consumidores de los cuatro países se mostraron mayoritariamente conformes con ella, aunque los alemanes dicen estar insatisfechos con las advertencias de salud que figuran en ellas. También están insatisfechos en estos cuatro países con la información nutricional y sobre el contenido de calorías que aportan estas etiquetas. Otro aspecto a destacar es que dos tercios de los encuestados consideran que los riesgos sanitarios de los vinos son alto o muy altos y que muchos consumidores de Francia y España están descontentos con la calidad de los vinos no europeos.
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