Consecuencias de la sequía en el campo gallego: de la falta de pasto para las vacas a la necesidad de regar
Agricultura
Los ganaderos temen por las próximas campañas de ensilado
15 Feb 2022. Actualizado a las 10:58 h.
La escasez de agua en estos primeros meses del año está afectando de forma desigual a la actividad agraria y ganadera. En la comarca del Deza, por ejemplo, están preocupados por la alimentación de las vacas, pues la hierba que normalmente pastoreaban a estas alturas del año ha desaparecido. En A Limia, en cambio, nunca tienen pastos en esta época, pero aseguran que la tierra está igual que a mediados de agosto, completamente seca. Los agricultores de huerta, por su parte, reconocen que están regando este año más de lo normal, aunque también aseguran que es la primera vez en mucho tiempo que trabajan la tierra con tanta facilidad en enero. Lo mismo les sucede a los viticultores, que han podido podar y atar el viñedo sin tener que mojarse. En general, todos confían en que la situación mejore en las próximas semanas, pero esperan que lo haga poco a poco. Es más, hay quien pide un poco de nieve, pues sería la mejor forma de humedecer la tierra de forma progresiva.
Ganadería
Los pastos y el ensilado. La afectación de la sequía a los ganaderos depende mucho de la zona de Galicia. En la comarca del Deza, por ejemplo, las consecuencias de la falta de agua ya se están notando ahora. «Os pastos non medran e os prados están moi parados, en parada vexetativa, algo que facía moitos anos que non pasaba», asegura Román Santalla, presidente de la cooperativa Cobideza. Esto significa que las vacas que pastorean «están saíndo en realidade a tomar o sol, porque non hai herba», explica. Pero es que, a mayores, peligra también la primera campaña de ensilado, la que se realiza entre finales de marzo y principios de abril. «A primeira corta de herba importante a facemos entre finais de marzo e principios de abril, pero este ano non sabemos como será a cousa», lamenta. A mayores, asegura, resulta muy difícil llevar a cabo tareas como la fertilización de terrenos. «Botas o xurro na finca e queda todo seco, coma unha costra», añade.
«Os pastos non medran e os prados están moi parados, en parada vexetativa, algo que facía moitos anos que non pasaba»
En A Limia, en cambio, «actualmente non nos está afectando porque nesta época non temos pasto pola xeada, pero estamos con medo ao que vai pasar», añade Marcos Quintas, del SAT Torneiros, de Allariz. Afirma que si empieza a llover ahora puede fastidiar la próxima campaña de ensilado.
«A nosa zona ten moita pendente e se chove moito vai varrer todo. O ideal sería que nevara, para que a auga entrara pouco a pouco na terra», insiste. Porque, a estas alturas del año, «a terra está coma se estiveramos en agosto, completamente compactada, seca e con costra», relata. Y si no llueve pronto los pastos no crecerán adecuadamente, así que su mayor temor es no conseguir alimento suficiente para que sus vacas aguanten todo el inverno que viene.
La huerta
Trabajos adelantados y riego en marcha. En Horsal, la principal cooperativa de huerta de Galicia, aseguran que la falta de agua no les está ocasionando, por ahora, muchos problemas. «Igual os repolos ao aire libre están notando algo a falta de auga, pero o que está en invernadoiro non ten problema», explica Alberto Amil, agricultor y presidente de la cooperativa cambadesa. Es más, reconoce que estas condiciones meteorológicas son estupendas para trabajar. «¿A quen lle gusta a auga? Estamos traballando coma se fose maio», relata. Las fincas no están inundadas, se puede trabajar con los tractores sin riesgo de que se queden atrancados en el barro y los agricultores no se mojan cuando tienen que trabajar al aire libre. Sin embargo, Amil teme lo que pueda pasar a partir de ahora. Porque si la primavera va a ser tan lluviosa como se teme, entonces sí puede causar daños a los cultivos.
«Los cultivos de invierno resisten más y la tierra en esta época tiene más humedad», añade Santiago Pemán, agricultor y responsable de La finca de los cuervos, en las inmediaciones de Santiago. Aún así, reconoce que este año están regando mucho más que en ejercicio anteriores. Pero no solo porque no haya llovido, sino también por las temperaturas. «Hubo noches de helada, pero también hubo días de 19 y 20 grados, en enero», afirma. Reconoce, además, que estas condiciones meteorológicas les han permitido adelantar los trabajos en las fincas, aunque teme, al igual que los demás, que las lluvias lleguen con intensidad en primavera y dañen la cosecha.
El vino
En parada vegetativa. «A viña está en repouso así que esta falta de auga non nos está afectando», asegura Alberto Barral, director técnico de la cooperativa Condes de Albarei, en Rías Baixas. Es más, al viñedo le han venido bien los días de frío, que ayudan a controlar las futuras plagas. Los problemas podrían comenzar a partir de ahora. Si sigue haciendo calor, se adelantaría la brotación, lo que no es deseable «porque a viña estaría expostas ás xeadas tardías». Tampoco es deseable que siga sin llover, aunque la vid todavía puede resistir un tiempo.