La sequía, como levadura para el precio del pan

La sequía parece haberse convertido en una especie de levadura que, más pronto que tarde, incrementará el precio del pan. Manuel Dacunha, gerente del grupo Dacunha, avanza que la falta de lluvia durante los meses de mayo y junio en la Meseta y, sobre todo, en Francia, ha provocado que el trigo para panificación, pese a disponer de un alto contenido en proteína, tenga menos harina. En ese escenario la solución es mezclar más harina de otras variedades de trigo, como el que está almacenado en los puertos ucranianos. Precisamente ayer por la tarde Ucrania y Rusia llegaron a un acuerdo en Estambul, supervisado por Turquía y la ONU, para poder dar salida a los 22 millones de toneladas de cereal que se acumulaban en sus dársenas. Viajará a través de un corredor marítimo que permitirá a los buques de carga trasladar materias primas como trigo o maíz desde los puertos de Pivdennyi, Odesa y Chornomorsk.

Con todo, hay que tener en cuenta que Ucrania ha sembrado hasta dos tercios menos de trigo este año. Por no hablar de que, al parecer, los rusos han estado lanzando bombas sobre los campos ucranianos, según el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski.

En este escenario hace días que en el sector se habla de nuevas subidas del precio del trigo y la harina coincidiendo con el final de la cosecha en Europa. Es decir, entre finales de agosto y principios de septiembre. Y, como añade este empresario, esos incrementos acabarán traduciéndose en un nuevo encarecimiento del precio del pan, algo que «é normal, porque os panadeiros vimos como crecía o prezo da enerxía eléctrica, os combustibles, a manteiga, o aceite... Nunha das empresas que temos pagamos máis de luz que de persoal».

De hecho, algunas panaderías se vieron empujadas a elevar los precios el pasado mes de marzo, coincidiendo con la huelga del transporte. Lo hicieron porque no podían soportar más tiempo los incrementos de costes manteniendo los precios y tuvieron que repercutir esas subidas.

Las advertencias que hace ahora este empresario de Carral se sostienen en las previsiones facilitadas hace unos días por el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, antes de la reunión del Consejo de Ministros europeo sobre la cosecha en España: «Habíamos previsto una de aproximadamente 20 millones de toneladas de trigo. Nos vamos a situar en una horquilla de entre 17 y 18 millones de toneladas».

Porque, como reconoció, las medidas que se han implementado para compensar la falta de cereal ucraniano, como la flexibilización de los terrenos en barbecho o el incremento de la superficie de cultivos, no han logrado aumentar la producción debido a la sequía de los últimos meses. La cuestión es que este fenómeno no solo ha afectado a la cosecha de trigo para panificación en España, también en Francia, un mercado que no pierden de vista los panaderos gallegos. Desde el Ministerio de Agricultura galo estimaban hace unos días que la producción caería este año en un 7,2 % con respecto al pasado.

En ese contexto, explica Dacunha, sería preciso usar trigo de otras variedades con más harina que el cultivado en Francia o España, como el ucraniano, que normalmente se destina a alimentación animal.