Godello y Albariño se ven las caras con Chardonnay y Riesling

Hace ya años que viticultores de Australia y California plantan Albariño en sus fincas. La variedad de uva gallega se ha convertido en una de las blancas más conocidas, también a nivel internacional, pero lo cierto es que todavía le queda mucho camino por recorrer para llegar al nivel de variedades tan famosas como la Chardonnay o la Sauvignon Blanc, si hablamos de blancos. Lo que sí tiene Galicia, aseguró el sumiller y editor de la Guía de los Vinos y Destilados de Galicia, Luis Paadín, en el Revera Vinum, es una gran diversidad de variedades de uva. Esta riqueza permite a la comunidad competir sin ruborizarse con vinos y regiones muy distintas, a cada cual con más fama.

Paadín tenía la tarea de compara las mejores variedades gallegas con las más famosas internacionales. Y decidió comenzar su cata con dos vinos tintos elaborados, el primero, con Merenzao (Monterrei) y, el segundo, Pinot Noir de Nueva Zelanda. «Ambas se parecen en su evolución, en su elegancia y en que son variedades que están de moda», aseguró. También destacó que los productores del llamado nuevo mundo, como Nueva Zelanda, están buscando cada vez más vinos con personalidad, algo que en Galicia ya se lleva tiempo haciendo.

La siguiente comparación estuvo protagonizada por un vino elaborado con Mencía crecida en la Ribeira Sacra y por otro a base de una Cabernet Sauvignon del Loira. «No hay parentesco entre estas dos variedades, aunque es cierto que la última vez que estuve en el Loira probando vinos me recordaron mucho a los de la Ribeira Sacra», afirmó. Porque organolépticamente, «el varietal puede recordar mucho al mencía· porque son dos variedades con cierto parecido», añadió.

Llegó entonces el momento de los blancos, con un godello de Valdeorras y un chardonnay de Maconnais, en Francia. «Yo creo que Godello es la uva de moda en el mundo. Estos dos vinos tiene alma de tintos por su estructura», afirmó. En su opinión, «en estos vinos prima la elegancia y la complejidad, pero ¿cuál aguantará diez años? Para mi, sin duda, el godello», aseveró.

Albariño y Riesling centraron la siguiente de las catas, en la que Paadín quiso dejar claro que estas dos uvas, pese a todo lo que se dijo, «son primas muy, muy lejanas». «El albariño es un invento que recoge algo del pasado que es maravilloso y que lo pone en valor», afirmó. En su opinión, a estas uvas se las relacionó por la elevada capacidad para envejecer que tienen sus vinos, «aunque sus frescuras son muy diferentes». Para finalizar, la Branca Lexítima, una variedad de la zona de Betanzos, se midió con la poderosa Sauvignon Blanc, dos uvas «que son hermanas por lo que tienen cierto parecido», afirmó.

Tras estas comparaciones, Paadín dejó claro que «Galicia tiene diversidad de uvas suficiente para competir en todo el mundo, solo necesitamos ponerlas en valor y creérnoslo», concluyó.