La investigación tiene la respuesta a los retos del sector vitícola gallego
Agricultura
Galicia presentó en la reunión de la Sociedad Española de las Ciencias Hortícolas dos proyectos sobre fertilización y zonificación de la vid
07 Jul 2024. Actualizado a las 12:45 h.
El cambio climático, las nuevas plagas y enfermedades, el riego, la fertilización y todos los retos a los que el cultivo de la vid tendrá que enfrentarse en los próximos años están siendo objeto de estudio. Así al menos quedó claro en la reunión que el grupo de viticultura de la Sociedad Española de las Ciencias Hortícolas celebró en Ourense esta semana. En ella participaron investigadores de toda España que presentaron los mil y un proyectos de investigación en los que están trabajando para tratar de dar respuesta a los retos del sector. Entre ellos, varios gallegos: uno sobre la fertilización y otro sobre la zonificación en parcelas grandes.
El mildiu fue, sin duda, uno de los grandes protagonistas de este encuentro, organizado por la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega). Sobre este hongo que afecta al viñedo giraron varias de las ponencias, en las que los investigadores presentaron diversos estudios que buscan como combatirlo reduciendo el uso de los fitosanitarios. Pero también el riego, la viticultura de precisión o la recuperación de variedades autóctonas que han caído en desuso centraron muchas de las ponencias.
En la parte gallega, Marta Rodríguez Fernández, investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela, dio a conocer algunos resultados de su proyecto caracterización agronómica y zonificación de viñedos enmarcados bajo la denominación de origen Rías Baixas. Explicó que, cada vez más, las bodegas buscan mejorar la calidad de la uva y que, por eso, se hace necesario mejorar la gestión del viñedo, sobre todo, el que se ubica en parcelas de gran extensión. «Una misma parcela puede dar diferentes calidades de uva y la zonificación permite hacer una gestión eficiente de esas parcelas grandes», aseguró.
En su proyecto se tomaron como base de estudio tres parcelas de viñedo ubicadas en la denominación de origen Rías Baixas y de gran tamaño, entre 8 y 10 hectáreas de extensión. En ellas se realizó una zonificación y se tomaron una treintena de puntos de muestreo. En cada uno de ellos se analizaron los suelos y también los resultados de producción tras varias vendimias. La investigación dejó claro que pueden existir grandes diferencias dentro de una misma parcela, tanto en la composición del suelo como en la uva que producen estos viñedos. «Creemos que es interesante hacer una gestión diferenciada dentro de estas grandes plantaciones, porque hay calidades diferentes», aseguró esta investigadora. Por eso considera que, en el caso de plantaciones grandes, es interesante «no hacer una gestión homogénea de toda la parcela, sino hacer una más precisa». Eso ayudará al viticultor a obtener uvas de calidades diferentes y, al mismo tiempo, a aprovechar mejor los recursos, porque no toda la vid ubicada en una misma finca precisa la misma aportación de agua o de fertilizantes. Además, este mismo sistema de zonificación se puede aplicar a una cuestión en concreto, buscando por ejemplo una mayor eficiencia del agua, una determinada gestión del suelo o una mayor calidad de la uva. «Se puede ir hacia vinos de pago dentro de una misma parcela», concluye esta investigadora. Vinos de más calidad, que es una de las demandas del mercado.
La aplicación que corrige los errores en la fertilización
La Universidad de Santiago de Compostela, la Fundación Empresa Universidade (Feuga) y la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), a través de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega), pusieron en marcha hace unos años un proyecto denominado Ferviña. Con él se buscaba obtener una aplicación que ayudara a los viticultores de Rías Baixas y O Ribeiro a mejorar la fertilización del viñedo, pues es este un trabajo en el que se cometen numerosos errores. Ahora, gracias a una nueva investigación denominada Fertisos, esa misma aplicación está casi lista para trabajar en las cinco denominaciones de origen gallegas. María Dolores Loureiro, técnica de la Evega, fue la encargada de presentar los resultados de esta investigación en la reunión de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas.
Excesos de abonado
Según explicó Loureiro, los trabajos comenzaron por analizar determinadas parcelas para conocer la composición del suelo y las necesidades de fertilización que tenía el mismo. Como esta tarea ya se había hecho en las denominaciones de origen de Rías Baixas y O Ribeiro, ahora se centraron en Monterrei, Valdeorras y Ribeira Sacra. Lo primero de lo que se dieron cuenta los investigadores era de que los viticultores no estaban fertilizando el viñedo de forma correcta y que muchos de los suelos analizados presentaban altas concentraciones de determinadas sustancias. «En Monterrei notamos que había mucho potasio en las fincas y en los mostos de godello pudimos comprobar que en las fincas sobreabonadas caía la acidez en picado», explicó. Lo mismo sucedió en parcelas de la Ribeira Sacra, donde las dosis de fósforo o de potasio estaban disparadas.
El siguiente paso que dieron los investigadores fue el de establecer unos niveles de referencia aconsejados según la zona y la variedad de uva que había plantada en la parcela. Con toda esa información, el equipo de la Universidad de Santiago que había creado la aplicación en el proyecto Ferviña diseñó la misma aplicación, pero las denominaciones de origen de Valdeorras, Ribeira Sacra y Monterrei. Con ella, los viticultores solo tienen que meter los datos de su parcela en la aplicación y, posteriormente, reciben unos consejos de abonado, con lo que pueden realizar una mejor gestión de este proceso.
Aplicación abierta
La intención de este proyecto es que esta aplicación esté a disposición de todos los viticultores para que puedan recibir información sobre cómo realizar correctamente esta tarea y evitar así los excesos que, además, perjudican a la calidad de la uva.