A Limia pide la declaración de zona catastrófica y ayudas para indemnizar a sus agricultores
Agricultura
En los últimos días apenas se ha podido salvar otro 10 % de la cosecha y eso trabajando a mano, porque las máquinas no pueden acceder a las fincas, e incluso de noche
17 Oct 2024. Actualizado a las 09:44 h.
Contrarreloj han trabajado los agricultores de A Limia todo este fin de semana. Querían salvar el máximo posible de su cosecha de patata, pero no parece que lo hayan conseguido. Según los datos de la Asociación de Empresarios, Gandeiros e Agricultores, (Adegal) todavía queda en la tierra más del 70 % de la cosecha. Y en algunos lugares, como las parcelas situadas más cerca de la laguna, será imposible recoger nada, porque siguen inundadas. Ante esta situación, la entidad se reunirá el viernes con responsables de la Xunta y del Gobierno central. A ellos le pedirán la declaración de zona catastrófica, pero también indemnizaciones para sus agricultores. Porque de ellos depende también buena parte de la economía de la comarca.
«As zonas máis alonxadas da lagoa si que puideron sacar algo de pataca aproveitando que parou de chover», cuenta Maite Joga, presidenta de Adegal. Las labores tuvieron que hacerse a mano, porque la tierra estaba tan mojada que la maquinaria no funciona, e incluso se trabajó de noche. «Traballaron o venres pola tarde, o sábado todo o día e incluso de noite e o domingo, pero o luns pola tarde xa tiveron que parar outra vez», añade. Así que la cantidad que se ha podido recoger «é anecdótica», asegura.
El problema es que, en los alrededores de la laguna, está todo inundado. Y aquellas fincas en las que el agua había empezado a bajar volvieron a anegarse en la tarde del lunes, cuando se registró una nueva tormenta. Adegal calcula que, solo en la zona de la laguna, está plantada más de la mitad de la cosecha prevista para este año. Y también que de ahí será imposible sacarla. «As fincas están asolagadas e as temperaturas son elevadas co que vemos que xa empezan a proliferar fungos e que hai patacas podres», insiste. Humedad y calor han provocado también que las fincas estén llenas de hierba, lo que dificulta a mayores el trabajo de las máquinas. Una tarea que ya de por sí es difícil porque la tierra está demasiado mojada y los tractores se hunden en ella.
Así las cosas, Joga calcula que en A Limia queda todavía por recoger el 70 % de la producción «e iso sendo moi xenerosos», añade. A todo ello hay que sumarle otro problema, que toda la cosecha que se está sacando hay que colocarla ya en los mercados, «porque non vai servir demasiado para almacenaxe», explica.
Adegal tiene claro que esta situación no es solo un problema para los agricultores de A Limia, sino también para la economía de toda la comarca. «As perdas que vai percibir o agricultor van afectar aos almacenistas, cos que xa tiñan contratos pechados que non van poder cumprir. E tamén as tendas de fitosanitarios, porque moitos produtos non se pagan ata que se cobra a colleita», asegura. Porque, insiste Joga, toda la economía de la comarca se mueve en función de la de los agricultores y ganaderos. Y calcula que las pérdidas pueden rozar los 57 millones de euros.
La asociación se reúne mañana viernes con el delegado de la Xunta en Ourense y con el delegado del Gobierno central, en un encuentro en el que tratarán de buscar una solución al problema. Bajo el brazo llevan algunas propuestas, como la declaración de zona catastrófica. Aunque considera que esta medida solo no es suficiente. «Dada a situación tan dramática estamos estudando diferentes posibilidades para calcular algún tipo de indemnización que permita aliviar as perdas que van sufrir os agricultores», añade Joga.
La limpieza de los canales y la retirada del residuo
Otra de las peticiones que Adegal trasladará a las autoridades competentes es la necesidad de mantener limpios los canales de agua. Algo que llevan ya años reivindicando. «Se esas infraestruturas estiveran mellor os asolagamentos serían moito menores», añade. Por eso insisten en que la comarca precisa algo más que ayudas para superar esta situación. Necesita que los canales se limpien porque, teniendo en cuenta que el invierno esá a la vuelta de la esquina, las inundaciones podrían seguir repitiéndose.
Todavía hay otro problema que precisa solución, que es cómo se va a efectuar la retirada de todas las patatas que van a quedar en las tierras. «Por desgraza a realidade é que vai quedar moita pataca na terra. E hai que quitala das parcelas porque pode ser un problema de saúde», explica. Por eso reclaman a las administraciones que habiliten algún punto en el que poder depositar el residuo, «para que a administración o recolla e o leve a un xestor autorizado».