Nueva apuesta en Galicia por el desarrollo de montaña: «Tenemos que reconectar con la naturaleza»
Agricultura
Un programa con fondos europeos busca la revitalización de la Serra do Xistral y de otras tres zonas aprovechando los recursos locales
05 Dec 2024. Actualizado a las 05:00 h.
La búsqueda de alternativas para lugares como la Serra do Xistral se enfrenta con dos aspectos. Por un lado, la existencia de una importante riqueza natural, cuyo principal exponente son las turberas, y de actividades relacionadas con la conservación de una ganadería vacuna y caballar que ayuda a preservar la naturaleza y a evitar incendios. Por otro, un descenso demográfico que se arrastra desde hace décadas.
Con esos dos aspectos se encuentra un programa como RURALtXA!, que tiene financiación de la Unión Europea por medio de fondos del programa Next Generation. La iniciativa se lleva a cabo en varias zonas de Galicia y del País Vasco: además de la Serra do Xistral están incluidas Monte Maior (zona montañosa que se extiende por Viveiro y por Xove), la Serra da Faladoira (que ocupa territorio de Mañón y de Ortigueira) y la Serra da Groba (Baiona, Gondomar, Oia, A Guarda y Tomiño).
Los cuatro espacios tienen territorio protegidos y conservan rasgos comunes como la presencia de la ganadería extensiva o de la apicultura. «Son hábitats muy relacionados con esa actividad», dijo este martes César Blanco, investigador del campus de Lugo (USC). La Universidade da Coruña (UDC), la de Santiago y la entidad pública vasca HAZI son socias del proyecto, que aspira a usar las actividades relacionadas con la ganadería o con la agricultura como pilares de desarrollo.
Crear una marca de calidad para productos como la carne o la miel es una idea que se asume como válida, como apuntó Blanco, aunque sin perder de vista la importancia de conservar la biodiversidad como un rasgo básico. El proyecto avanza con la participación de dueños de montes, sean comuneros o propietarios particulares, que han firmado acuerdos por los que se comprometen a una gestión respetuosa con el medio ambiente.
Esos acuerdos implican acciones como la retirada de árboles y de restos de cortas en turberas o la recuperación del ganado caballar salvaje para potenciar la conservación de algunas zonas. Hay ya 13.000 hectáreas, de las que 5.500 son terrenos de interés comunitario, incluidas en esos acuerdos.
La implicación de la población resulta básica, reconoció el investigador del campus lucense. «La fijación de la población en el rural es un propósito primordial», afirmó. Por otro lado, también destacó la importancia de convencer a los habitantes de zonas urbanas del trabajo de conservación de quienes viven en zonas rurales, ya que, recalcó, sin su presencia sería imposible proteger esos hábitats. «Tenemos que reconectarnos con la naturaleza», aseguró.
La Serra do Xistral y Monte Maior son lugares amparados por la Red Natura. Para avanzar en proyectos basados en los recursos propios, en los últimos meses se han realizado sendas excursiones a los Picos de Europa, en donde se puso en marcha un plan de recuperación del buitre, y a Os Ancares. En los trabajos participa también la Fundación Juana de Vega.