Miles de agricultores rechazan en Madrid el acuerdo con Mercosur por ser una amenaza para el campo

El gélido día de este lunes en Madrid se ha ido calentando con la llegada de centenares de agricultores que han hecho del conocido tema «Escándalo», interpretado por Raphael, su banda sonora para protestar contra unas políticas comerciales que hacen que el campo «muera cada día un poco más». Entre ellos también había una delegación gallega, representada por miembros de la Asociación Agraria de Galicia (Asaga). 

Fue una concentración frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con la que las organizaciones profesionales agrarias Asaja y COAG, apoyadas por Cooperativas Agro-alimentarias y otros colectivos como la Real Federación Española de Caza (RFEC), vuelven a la  calle meses después. Han llegado desde todos los rincones del país y muestra de ello es que el agricultor almeriense Juan Garrido (62 años) no dudó en montarse anoche en un autobús para estar esta mañana participando en la concentración.

Hay «motivos y motivación» para ello, según ha señalado, porque cree que las administraciones, «especialmente la Unión Europea», les están dejando «solos». Lo dice, en concreto, por los acuerdos de libre comercio en los que dejan entrar alimentos que «no cumplen nuestros requisitos», mientras que los agricultores europeos «no podemos usar productos que en otros lugares están permitidos».

Son políticas que les llevan a sufrir «competencia desleal» y «una muerte anunciada» del campo. En una línea similar se ha expresado el joven agricultor y ganadero palentino Ismael Barrera (34 años), quien es consciente de que el campo le da «para vivir», pero «trabajando 365 días y atendiendo a muchas exigencias».

Además, es una labor en la que «inviertes tiempo y dinero», pero «no sabes cómo vendrá el año» productivo. Recuerda que sus antepasados podían vivir «con 40 hectáreas» del campo y «ahora necesitas 400». Quiere seguir, «a pesar de todo», con el negocio porque el sector agrario le «encanta».

Muchas voces femeninas también se han hecho notar en este acto de protesta, como es el caso de la agricultora Inmaculada Idáñez quien cultiva tomates cherrys en invernadero. En declaraciones a Efe, ha denunciado que los acuerdos de libre comercio entre la UE y terceros países les afectan «mucho» porque no se igualan condiciones de producción, ni costes, ni exigencias normativas entre ambos bloques.

A su juicio, es una «desigualdad total» y cree que pactos como el sellado con Mercosur revelan que la agricultura es utilizada como «moneda de cambio» por otros sectores económicos como el de la automoción. Idáñez tiene claro que, con el pacto UE-Mercosur, el campo tendrá «muchas pérdidas» por lo que «tendremos que sobrevivir» los que ya están en la actividad, pero afectará «aún más a la llegada de relevo generacional».

Son tres testimonios de los muchos que este lunes se han dado cita en Madrid y en el que el rechazo al acuerdo UE-Mercosur ha sido, sin duda, el protagonista, con críticas a la Comisión Europea y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por su apoyo. Con abucheos y gritos de ¡Fuera!, los manifestantes han expresado su disgusto con la posición de España, mientras coreaban consignas como «El campo no se vende, se defiende».

Un lunes frío que, según apunta, puede ser el inicio de un nuevo calendario de movilizaciones en el que el foco estará puesto en la política comunitaria de intercambios comerciales.