La Voz de Galicia

¿Qué tengo que hacer para que mis bosques de pinos sean más rentables?

Forestal

M. Alfonso Redacción / La Voz

Expertos de Galicia y Portugal aseguran que la demanda de esta madera se incrementará, pero que las empresas necesitan cada vez más calidad

27 Mar 2024. Actualizado a las 13:41 h.

Definir cómo se puede mejorar la gestión forestal de los montes de Pinus pinaster, más conocido como pino del país en Galicia y pino bravo en Portugal, era el objetivo del encuentro científico técnico que ayer se inauguró en Mondariz Balneario. Porque en los últimos tiempos, esta especie se está viendo amenazada por cuestiones como los incendios forestales o por plagas como la del nematodo. A pesar de eso, los ponentes dejaron claro que, en los próximos años, la demanda de este tipo de madera se incrementará de manera exponencial y por eso se hace preciso, por un lado, producir más. Pero también quisieron incidir en que las empresas están reclamando cada vez más calidad y que será necesario que la producción gallega cumpla con una serie de parámetros para poder optar a mejores precios.

De inaugurar el encuentro se ocupó el conselleiro de Medio Rural, José González, quien destacó la importancia de estas citas para establecer estrategias silvícolas que permitan mejorar el manejo de los montes de pino e iniciar un proceso eficiente de reestructuración a ambos lados de la frontera. También puso de relevo el trabajo llevado a cabo por la Xunta en este sector y habló de la importancia del monte, que es «unha caixa de aforros verde» para muchas familias.

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Según explicaron los ponentes, el primer paso para conseguir árboles de calidad en una plantación forestal es lograr semilla de planta mejorada. «Seleccionar los mejores individuos de una especie por unas características que nos interesan para conseguir nuevos individuos con esas características», aseguró Raquel Díaz, del Centro de Investigacións Forestais (CIF) de Lourizán. Galicia comenzó en el año 88 con estos trabajos y, desde entonces, se han finalizado varias investigaciones. «En Francia han conseguido llevar al campo todo el trabajo de mejora genética que hacen, en Galicia y Portugal tenemos que ver cómo llevar al campo realmente todo este material. Porque la planta mejorada funciona mejor que la que no lo está», añadió.

Juan Picos, profesor e investigador en la Universidad de Vigo, recordó que, según los últimos datos del inventario forestal de Galicia, en la comunidad existen unas 200.000 hectáreas de pinaster, superficie que ha ido decreciendo en los últimos años. De ella, un 28 % tiene condiciones desfavorables para la corta. «En origen, vemos que el recurso del pino es complicado, pero en la parte del mercado pinta bien. Vamos a tener nicho y demanda porque va a haber problemas en otros países. Lo que tenemos que resolver es cómo conseguir que nuestra madera tenga calidad y trazabilidad», aseguró.

En la misma línea habló Ismael Oliveira, de Finsa, quien reconoció que los mercados sufrieron un frenazo importante durante el verano del año pasado. «Hubo un frenazo en el sector del pallet en Europa que hizo que todos los aserraderos redujeran su capacidad en torno al 30 % y eso provocó una caída de los precios de la tabla y el rollo». Sin embargo, durante el primer trimestre de este año «se está recuperando volumen, aunque los precios siguen bajos». Aún así, las previsiones para los próximos años hablan de que la demanda de madera de coníferas superará a la oferta, sobre todo, por el auge de la construcción en madera. «Por eso tenemos que producir madera de calidad, para tener grandes oportunidades», añadió.

Curvatura y nudos

El problema que tiene Galicia es que «la situación que nos encontramos en muchas masas de pinares cuando las vamos a aprovechar es que falta rectitud, por lo que solo sirven para hacer productos de bajo valor añadido», aseguró David Lorenzo, de la Fundación Arume. A mayores, en las podas no se eliminan los muñones y aparecen bolsas de resina. La materia prima tiene así un largo de, cómo máximo 2,5 metros, cuando lo que demanda la industria es un mínimo de tres metros. «Para ser competitivos y generar un producto de valor necesitamos máxima calidad de rolla», aseguró. Conseguir esa calidad pasa, en su opinión, por la mejora genética, utilizando planta de calidad, y por la selvicultura, cuidando los marco de plantación, las podas y los claros, entre otros factores.

Uno de los problemas con los que se encuentran los propietarios forestales es con la curvatura de sus ejemplares, que «es un defecto habitual en esta especie provocado por un accidente de juventud. La acción selvícola, más la temporada de lluvias más el viento provoca esa inclinación», aseguró Braulio Molina, de Selga S.L. Esto se produce, sobre todo, en zonas con tierra de buena calidad, donde la lluvia deforma con facilidad el terreno. En su opinión, la mejora genética no ayuda demasiado a solventar este problema, pero sí puede hacerlo la selvicultura. «Hay que actuar antes del crecimiento de primavera. De forma manual se puede corregir ese defecto enderezando el árbol», aseguró.

Para Xosé Covelo, de la Asociación Forestal de Galicia, el principal problema para implantar la planta mejorada en la comunidad es que los propietarios están acostumbrados a aprovechar la regeneración natural de esta especie como método de plantación, antes que la repoblación. «Iso fai que sigamos a perpetuar esa mala xenética e iso temos que intentar substituílo», afirmó. Los propietarios sí que estaría dispuestos a apostar por la repoblación si dispusieran de planta resistente al nematodo.

Galicia dispone de semilla suficiente para garantizar las repoblaciones con esta especie

La producción de planta mejorada suficiente como para atender las demandas del sector es una de las grandes preocupaciones de la Fundación Arume, que ha puesto en marcha toda una serie de proyectos para aumentar, de forma progresiva, la cantidad de semilla que se produce en Galicia y que está mejorada y certificada. En las charlas quedó claro que, por ahora, hay planta suficiente y que Galicia es, además, una gran exportadora de la misma.

Según Francisco Lario, de Tragsa, Galicia produce actualmente «suficiente semilla para cubrir la demanda de planta existente en la convocatoria de ayudas para la reforestación». El objetivo de la Fundación Arume, añadió, es que la comunidad pueda estar produciendo diez millones de plantas al año en el 2027, una cifra que considera excesiva para atender solo la demanda gallega y que hace pensar que existe todo un mercado al margen de las ayudas de repoblación de la Xunta. «Las plantas mejoradas ofrecen mejoras en la rentabilidad y son una seguridad para las inversiones», añadió.

Otro de los ponentes, José Martell, aseguró que Galicia es uno de los grandes productores «de semilla de Pinus pinaster para todo el estado, peros seguimos produciendo mucha planta identificada que no tiene selección genética». En su opinión, «tenemos capacidad suficiente para abastecernos suponiendo que replantamos unas 2.500 hectáreas al año».

Por su parte Tiago Almeida, del Centro Pinus de Portugal, reconoció que el país ya es deficitario en la producción de madera de pino y que la demanda de esta seguirá creciendo en los próximos años. Eso mientras la superficie que ocupa esta especie forestal no deja de disminuir. «Temos empresas dispostas a aumentar a produción se o recurso non fora tan escaso», concluyó.


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