La conselleira do Medio Rural promueve desde un monte repoblado con castaños las ayudas para plantar esta especie
Forestal
El Diario Oficial de Galicia publica la nueva convocatoria de incentivos para aumentar la superficie de árboles para fruto con el objetivo de surtir de castaña de calidad a la industria
15 May 2024. Actualizado a las 09:35 h.
Un ejército de pequeños castaños, unos 758 pies que fueron injertados con la variedad De Parede cubren unas 7,58 hectáreas del monte vecinal en man común de Parada de Montes, en el municipio lucense de A Pobra de Brollón, que hace unos años fueron pasto de las llamas. Los pequeños árboles están protegidos contra la inclemencia de una climatología cada vez más caprichosa y cuentan con la instalación necesaria para dotarlos de los recursos hídricos necesarios para su desarrollo. Están injertados con De Parede porque esa es una de las variedades recomendadas por el Centro de Investigación Forestal de Lourizán para plantar en esta parte del interior de la provincia de Lugo. Hasta esta plantación se desplazó este martes la conselleira do Medio Rural, María José Gómez, para presentar sobre el terreno la nueva convocatoria de ayudas para el fomento de plantaciones de castaño para fruto y para la regeneración o mejora de soutos tradicionales publicada en el Diario Oficial de Galicia, unas subvenciones dotadas con 1,3 millones de euros (un 30% más que la convocatoria anterior), financiadas con los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Reslencia de España procedentes de los Next generation de la Unión Europea.
Las ayudas mantienen el camino abierto en convocatorias anteriores como la del año pasado que, con un presupuesto de cerca de un millón de euros, permitirá plantar, según los cálculos de la Consellería do Medio Rural, cerca de 20.800 castaños para fruto en línea con los objetivos del Programa Estratéxico do Castiñeiro y del Plan Forestal de Galicia. Porque una de las grandes demandas del sector de la transformación de la castaña en Galicia, uno de los más potentes de Europa, es la urgencia de producir fruto de calidad suficiente para surtir su demanda. El impacto económico del sector de la castaña en Galicia asciende, según la Consellería, a más de 20 millones de euros pagados a los productores, generando un valor superior a los 50 millones de euros al comercializarla tras su transformación.