«La genética permite al propietario forestal mejorar mucho su negocio»
Forestal
El director de la Cooperativa de Mejoramiento Genético Forestal de Chile, Fernando Droppelmann, destaca lo importante que es para el sector contar con semillas mejoradas
25 Nov 2024. Actualizado a las 05:00 h.
Hace casi medio siglo que Chile puso en marcha la Cooperativa de Mejoramiento Genético Forestal, de la que Fernando Droppelmann es actualmente su director ejecutivo. Este ingeniero forestal, doctor y profesor de la Universidad Austral de Chile, visitó hace unos días Galicia para participar en los trabajos del grupo operativo Piña, liderado por la Fundación Arume para lograr la mejora genética de las principales especies de coníferas del monte gallego. Porque esta entidad quiere conocer y aprovechar toda la experiencia del país austral, donde la mejora genética forestal está mucho más avanzada que en Galicia.
—¿Cuál es su labor en esta visita a Galicia?
—La Fundación Arume se hizo socio de la Cooperativa de Mejoramiento Forestal de Chile y, ahora, estamos en proceso de trabajo conjunto y apoyando el desarrollo del programa de fortalecimiento genético que se está haciendo en Galicia. Estamos en un proceso de conocer los recursos que aquí hay. Es una fase bastante prospectiva, en la que debemos priorizar las actividades que se van a realizar en los próximos años para lograr obtener el mejor material genético posible en forma eficiente.
—¿Cómo de importante es contar con material forestal mejorando genéticamente?
—Es muy importante porque genera beneficios en toda la cadena de valor. Mejora todos los indicadores de sostenibilidad. El propietario forestal mejora su negocio, porque tiene en los bosques mayor volumen, mejor rectitud y calidad de ramas y se mejoran las propiedades de la madera. Además, todo el material que se genera y desarrolla es aquel que ha tenido un mejor comportamiento y esto tiene un impacto en las enfermedades, porque está mejor adaptado a las condiciones ambientales, es decir, también se chequea periódicamente, en paralelo con los cambios que se producen en las condiciones ambientales.
—¿Cómo ve la situación de Galicia en cuanto a mejora genética?
—Aquí hay un programa que se ha iniciado hace años, se ha realizado un importante esfuerzo, pero se requiere fortalecer en varios aspectos para lograr lo indicado anteriormente. Es evidente que la estructura propietaria es una dificultad. Aquí es muy diferente a la de Chile. En nuestro país es más fácil afrontar este proyecto. Aquí, la propiedad está fragmentada y no hay compañías con patrimonio forestal importante. Arume y algunas empresas han empezado este proyecto, pero la administración tiene que tener un rol más relevante. Hay un programa que está funcionando, pero requiere de fortalecimiento. Es recomendable tener una base de selección del material genético más amplia e incrementar todas las pruebas de ese material. Hay que fortalecer ese programa porque hay unas instalaciones que van a permitir producir semilla de más calidad y, al mismo tiempo, mejorar el sistema de propagación tanto de semillas como de propagación vegetativa a escala operacional.
—Aquí llevamos cierto retraso con respecto a lo que se está haciendo en países como Chile.
—Acá existe un interés importante para poner a disposición del sector material genéticamente mejorado. Si el pequeño propietario observa que tiene un material genético que le va a cambiar el negocio, eso genera estímulos para meterse en ese negocio. En Chile tenemos múltiples programas de mejora genética entre diferentes compañías y una acción importante del servicio forestal, cuyo objetivo principal es producir material mejorado para pequeños y medianos propietarios. También hacemos transferencias y cualquier persona puede plantar material genético de la misma calidad del que están usando las grandes compañías. Pero todos estos son procesos lentos, que toman muchos años. Diez años pasan muy rápido. Nosotros tenemos ciertos materiales que ha costado 17 años de trabajo y millones de dólares. Aquí se está en proceso para lograr ese material diferente al que existe hasta ahora.
—Este es, además, un proceso dinámico, en el que siempre hay que seguir trabajando para lograr el mejor material posible.
—Este es un proceso dinámico. Cuando se inicia, existen diferentes métodos de mejora genética. El sistema más básico es el de hacer selección de árboles semilleros, a los que se les extrae la semilla para la producción de plantas. Después tenemos áreas productoras de semillas y, en un nivel superior, los huertos semilleros, destacando especialmente los huertos semilleros clonales, que se forman a partir de la propagación vegetativa de los árboles plus, que son los mejores árboles del patrimonio. Se seleccionan los mejores árboles, que están separados geográficamente, se injertan, y esas copias se colocan en una zona común, para que puedan cruzarse libremente y sacar de ahí semilla. En Chile, un alto porcentaje de la planta se ha obtenido por cruzamientos controlados. En Galicia tienen un grupo de árboles seleccionados, pero los cruzamientos controlados no existen. Es una inversión importante, pero necesita realizarse. Son cuatro niveles fundamentales: lo primero es buscar y seleccionar los árboles plus, pues a partir de ellos ocurrirán todas las inversiones futuras; después hay que elaborar una base de ensayos genéticos de progenitores donde se validen sus respectivos comportamientos; es necesario disponer de un sistema de evaluación eficiente de estos ensayos; y contar con viveros que sean capaces de multiplicar este material para lograr plantas de buena calidad y de costos razonables. Pero hay algo extraordinariamente importante en todo esto, que es el aspecto silvícola. Para hacer una buena plantación es necesario también corregir los déficits nutricionales, hacer un buen control de la maleza, hacer claras y podas... Todo esto también evita el tema sanitario y fortalece la planta. Cuando no se hace un manejo silvícola adecuado las masas forestales pueden tener serios problemas. Es decir, la mejora genética sola no sirve.
—Esta mejora genética ¿es un arma contra el cambio climático?
—Una de las cuestiones de este programa es que se van a testear masas en el campo, bajo las condiciones ambientales existentes, y se van a identificar las que mejor están funcionando en condiciones reales de crecimiento. Y eso es parte de la herramienta para enfrentar esa dificultad. Habrá recursos, tendremos una base genética amplia para seleccionar los que mejor se adapten a las condiciones climáticas.