La Voz de Galicia

La cosecha de miel gallega: irregular y escasa por un verano frío y lluvioso

Ganadería

m. alfonso redacción / la voz

Los apicultores del interior tuvieron mejor producción que los de la costa

26 Oct 2021. Actualizado a las 18:00 h.

Los apicultores gallegos pensaban que, este año, tendrían una buena cosecha de miel. Porque en primavera la situación era favorable y las condiciones meteorológicas acompañaban a una floración que estaba llenando de miel las colmenas. Pero el tiempo cambió y, poco a poco, se fue llevando por delante las esperanzas de los apicultores, sobre todo, de los de la costa. «Realmente, na zona da costa foi bastante frouxa e no interior depende da zona», explica Esther Ordóñez, presidenta de la denominación de origen Mel de Galicia. Un verano húmedo y de bajas temperaturas hizo el resto y dejó a la comunidad con una cosecha, en general, irregular y escasa, aunque también hubo quien obtuvo una buena producción.

«Esto foi un desastre, a primeira vez que non collín nada», asegura Diego Collazo, un apicultor de Vilagarcía. Puede que su caso sea una excepción, pero lo cierto es que los apicultores de la costa gallega no han tenido mucha suerte en esta campaña. «Houbo unha climatoloxía moi cambiante. Ao principio pintaban ben e esperábamos moi boa produción porque na costa, en maio, houbo moi bo tempo», asegura Ordóñez. El problema es que «despois cambiou todo e as abellas consumiron todo o que colleran e nalgúns casos houbo que alimentalas se non tiñan reservas para que non morreran de fame», añade.

Aún encima, el clima no ayudó. Un inicio de verano de bajas temperaturas provocó una floración «na que as flores non tiñan néctar suficiente». En el interior, por su parte, cuando llegó el tiempo de recoger la miel de las zarzas y los castaños llegaron las lluvias, que también impidieron que la floración se desarrollara de forma adecuada. Hubo excepciones, como determinadas zonas que gozan de microclima y en las que la cosecha se pudo salvar, pero en la mayoría, los apicultores recogieron menos cantidad que el pasado año, que ya no había sido demasiado bueno.

 

La denominación de origen

Ordóñez explica que, por ahora, todavía no tienen datos cerrados sobre la cantidad de miel que han recogido los agricultores adscritos a la denominación de origen. «A sorte que tivemos ata o de agora é que cada vez hai máis xente que está apostando por anotarse e iso provoca que cando hai colleitas máis escasas non se vexa repercutido na cantidade de mel que se certifica», sostiene. Sin embargo, no está tan segura de que en esta ocasión vaya a suceder lo mismo. «Eu creo que este ano si que se vai notar ese descenso», explica.

Según los datos de la Consellería do Medio Rural, actualmente hay 292 apicultores apuntados en el consello regulador, que gestionan un total de 49.438 colmenas. Además, hay 37 empresas envasadoras. Durante el pasado año, se certificaron 436.211 kilos de miel al amparo de esta denominación de origen, casi cien mil kilos más que en el ejercicio anterior a pesar de que la producción del 2020 fue, también, escasa e irregular.

miguel souto

Martín Cañedo, A Estrada: «A produción deste ano foi moi xustiña»

Las lluvias fueron la responsables de que en A Estrada no se recogiera este año una buena cosecha de miel. Aunque, según cuenta Martín Cañedo, «este ano foi un pouco mellor ca o anterior, aínda que moi frouxo tamén». Este apicultor sostiene que «o tempo non axudou. Co cambio climático nunca sabemos como van saír as cousas. Na floración importante, do castaño e do eucalipto, choveu por riba da flor», asegura. A ello hay que sumarle el problema de la velutina, «que está forte nesta zona». Aún así, Cañedo considera que su cosecha será superior a la del año anterior, que califica de desastre. «Este ano non foi tan malo e creo que vou coller tres ou catro veces máis», concluye.

 

Loli Rodríguez, Vilagarcía: «En invierno se perdieron muchas colmenas»

Esta apicultora arousana tiene sus colmenas repartidas por Catoira, Vilanova y Vilagarcía y reconoce que este tampoco ha sido un buen año. «En general, a todo el mundo le pasó que en invierno se perdieron muchas colmenas», explica. Una situación que achaca a la presencia de la velutina y a la enfermedad de la varroa, que debilita a las abejas y las vuelve más vulnerables. Pero es que, además, las condiciones meteorológicas tampoco ayudaron. «La floración del eucalipto se perdió toda porque llovió muchísimo y, en mi caso, saqué buena cosecha de castaño y algo de flores», cuenta. Sin embargo, en general, «en la costa, todo el mundo quedó bastante pelado de miel», concluye.

M.MORALEJO

José María Seijo: «Nas Rías Baixas temos moita presión da velutina»

José María Seijo tiene colmenas repartidas por buena parte de la geografía gallega así que puede afirmar, sin equivocarse, que la cosecha de miel de este año «foi irregular en xeral». En las Rías Baixas, donde produce miel en toda el área de Vigo, «foi mal porque tivemos unha primavera moi descontrolada e ademais temos a presenza da velutina, que fai que as colmeas desenvólvanse tarde e case que non collan flor». En Lugo y Ourense, en cambio, «foi un ano especial, non é que fora unha mala colleita, porque en moitos sitios foi boa, pero houbo un descontrol moi grande nas colmeas porque non houbo igualdade na produción. Unhas tiñan moita e outras nada», concluye.

 

David Fernández, A Fonsargada: «Tiven unha colleita bonita, pero fun a excepción»

David Fernández lleva toda su vida dedicado a la apicultura en la montaña lucense. Este año, su cosecha de miel ha sido buena, pero está de acuerdo con que no ha sido la tónica en el sector. «Eu tiven unha colleita bonita, pero polo que din por aí fun a excepción», explica. En A Fonsagrada, donde tiene su colmenas, «tivemos unha floración boa a constante durante toda a primavera e o verán», asegura. Sus abejas empezaron con el brezo rojo, «que é o máis abundante, e despois seguiron cos salgueiros», afirma. En verano llegó la zarza, «que este ano florou moito tempo». Ni siquiera la velutina supuso un problema para sus colmenas. «Aquí vese algunha, pero apenas temos presión da velutina», afirma.

 


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