Maíz, trigo y soja cuestan ya cien euros más por tonelada que hace un año

La Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Agafac) ha vuelto a advertir de los problemas que están atravesando las granjas gallegas por la subida de costes de las materias primas. La situación, asegura, empieza a ser insostenible para el sector y algunas explotaciones ganaderas ya han cerrado, mientras que otras se verán obligadas a hacerlo si continúa esa tendencia alcista. Y es que los cereales que más se utilizan en la alimentación animal, como el trigo, el maíz y la soja, cuestan hoy cien euros más por tonelada que hace un año. A ello hay que sumarle el incremento de la luz, el gas o los plásticos.

«Si los productores de carne, leche y huevos no ven una mejora en el precio de sus producciones, en poco tiempo parte de la industria se verá abocada al cierre», lamenta Bruno Beade, director de Agafac. La entidad manifiesta su apoyo incondicional al sector productor ante una situación que considera sin precedentes, pues la escalada de precios no parece tener fin. De hecho, según Beade, el único camino para sobrevivir «será trasladar el incremento de los costes al siguiente eslabón de la cadena alimentaria». El problema es que esto no siempre es posible. «Somos conscientes de la dificultad de los ganaderos para repercutir el incremento de sus costes y de los bajos precios que suelen recibir por sus productos con un escaso margen de beneficio sobre el coste total de la producción», añade Beade. Reivindica una retribución justa, de tal manera que se puedan trasladar los aumentos de costes de las explotaciones ganaderas al siguiente eslabón, tal y como establece la Ley de la Cadena.

El principal problema es la subida en el precio de la luz y el encarecimiento de los cereales, que han provocado un aumento en el precio de los piensos compuestos que se utilizan para la alimentación animal. De hecho, desde agosto del pasado año, el precio de las principales materias primas con las que se elaboran los concentrados en Galicia no ha dejado de aumentar, asegura Agafac. Afirma que la cadena agroalimentaria está soportando incrementos de 100 euros por tonelada para el maíz, lo que supone un aumento de más del 55 %, 114 euros para la tonelada de trigo (un 60 % más) y 100 euros en la de soja (un 30 % más). El problema es que la harina de soja es esencial en los compuestos para pollos y vacas lecheras y que hay que importarle en su totalidad. Esta se paga ahora a 400 euros la tonelada, cuando hace un año rondaba los 320 euros.

Maiz, trigo y soja marcan, además, la tendencia en el resto, por lo que la situación es todavía más preocupante. La evolución de precios de productos importantes como la cebada, cuyo coste se duplicó en el último año, la colza, el girasol o la manteca, un 95 % más cara que en 2020, tampoco da lugar al optimismo. Y es que, según Agafac, aunque la producción mundial de cereales puede cerrar este año con cifras récord, las previsiones hablan de un incremento de la demanda de un 2 %, por lo que la presión sobre los precios continuará. La entrada de fondos de inversión en las bolsas alimentarias, una revisión a la baja de las existencias mundiales y una menor producción de estas materias primas son las causas de la subida que están experimentando los precios.