La asfixia por la falta de pienso obliga a los ganaderos a fletar un convoy hacia los mataderos

A medida que pasan los días sin soluciones a la huelga de transporte, la situación en las explotaciones ganaderas de la zona se vuelve cada vez más insostenible. La falta de pienso está provocando una situación límite en las granjas, donde cuentan las horas que faltan para quedarse definitivamente sin comida para alimentar a sus animales. En los sectores porcino y avícola el panorama es desalentador, ya que el ritmo de abastecimiento debe ser constante para evitar, no solo que la producción se estanque, si no que aparezcan casos de canibalismo o enfermedades entre los animales.

Pablo Meijomín, presidente de la ADS de Porcino de Silleda, aseguraba el viernes que había llegado algo de pienso a las granjas de la zona, pero que este lo hacía en cantidades insuficientes pese al «tremendo esforzo dos repartidores». Una pequeña venda que no consigue tapar la herida que se está abriendo en el sector, el cual teme quedarse sin pienso en un lapso de 48 horas si todo sigue como hasta ahora. «É inevitable que comece a haber baixas e canibalismo nas explotacións», señala Meijomín, que también pone el foco en la imposibilidad de llevar al matadero a los cerdos.

Es por ello que algunos ganaderos de la comarca de Deza han decidido dar un paso adelante y salir el domingo rumbo a los mataderos para tratar de aliviar la presión y los riesgos de sus granjas. Meijomín señaló que saldrán de la zona en torno a 20 o 25 camiones con cerdos. Lo hacen de esta manera para ir en grupos suficientemente grandes para dificultar los sabotajes de los piquetes. «Sairemos xuntos cara o matadoiro para que non nos poidan parar», explica. Asimismo, reconoce que los camioneros «teñen medo por eles e polos seus camións» y teme que pueda ocurrir «algunha desgraza» dada la tensión que se ha generado por parte de los miembros de los piquetes. No obstante, asegura que deben llevar a cabo esta acción puesto que no pueden aguantar más. En este sentido, afirma que solicitó ser escoltados por efectivos de la Guardia Civil para este convoy, pero recibió una respuesta negativa ante la imposibilidad de desplazar a tanto personal. 

Panorama crítico

Las explotaciones avícolas y porcinas son las más afectadas por la falta de suministros. Alberte Lamazares, productor de pollos de engorde, asegura que para su sector «un día sen comer sería catastrófico», puesto que están acostumbrados a alimentarse con las mismas cantidades a diario, por lo que cualquier variación supondría «un grave problema para o granxeiro». Además, señala que en el momento en el que se reponga la cantidad habitual de pienso, los pollos sufrirán «empachos brutais» que llevan aparejados importantes perjuicios para su salud.

Por su parte, Román Santalla, presidente de la cooperativa Cobideza, advierte de que al tener que alimentar a los animales con los restos que quedan en los silos, el pienso es de peor calidad, por lo que podría provocarles enfermedades. Asegura que el principal problema reside en que los huelguistas no respetan los servicios mínimos. «Eu non digo que non teñan dereito á folga, pero esta é unha situación crítica e están perdendo a razón polos seus actos, porque a teñen, pero o que non se pode é perdela incumprindo os servizos mínimos para alimentar aos animais», reflexiona. En este aspecto, Lamazares considera que el suministro debería estar garantizado y pide que rectifiquen ya que «non poden decidir qué animais morren de fame e cales non».

La activación de la recogida de leche no evita que los productores tengan que desecharla

En lo que respecta al sector lácteo, la jornada fue más tranquila que el pasado jueves. Empresas como Lactalis reactivaron la recogida de leche tras varios días de parón, aunque ello no evitó que algunos productores se vieran abocados a tener que desprenderse de algunos litros al tenerla almacenada desde hace tres días. Larsa, Leche Río y Celta también iniciaron la recogida de leche, pero aseguran los ganaderos que de manera limitada.

Con la tensión y la incerteza de si un piquete echaría por tierra la recogida que tenía prevista para la tarde de ayer, Jesús Manteiga explicaba las dificultades por las que está pasando en su explotación de Oirós, en Vila de Cruces. Destaca que el problema principal no está solo en el desperdicio del alimento, si no en la falta de palés y botellas para poder almacenar la leche producida. 

Jornada de cierta normalidad

Algunos ganaderos como Albino Gutiérrez, que cuentan con una pequeña explotación en Rodeiro, se han visto obligado a tirar varios litros de leche ya que contaba con sus tanques llenos sin recoger desde el martes. Una solución que toman ahogados por una crisis de suministros que se encadena a las dificultades relacionadas con la subida de los costes de producción. Una imagen preocupante que está siendo duramente criticada por los trabajadores del sector en la zona.

Para Alberte Lamazares, «É inmoral tirar á fosa do purín o leite. Ningunha folga debería chegar a ese límite», afirma. Por su parte, Román Santalla confirmaba que la jornada había mejorado con respecto al día anterior y ya se estaban empezando a recoger los tanques de leche a rebosar. Sin embargo, advirtió que con el paso de la mañana la situación se había vuelto a enrarecer con un aumento de la presión por parte de los piquetes a los transportistas, aunque finalmente no impidieron que el día concluyese con cierta normalidad en la recolección de leche. Desde la cooperativa O Rodo, José Luis Camiñas también indicó que se Lactalis había activado la recogida y que esta se estaba produciendo con normalidad.

Un pequeño respiro para los productores locales, que tras varios días al límite, esperan que la recogida se mantenga durante el fin de semana, aunque no con demasiada confianza al respecto.

Nudesa advierte que si la situación no mejora acudirán el lunes al puerto a recoger materias primas

En Nudesa están repartiendo el poco pienso del que disponen en las granjas de la zona, aunque este sea insuficiente para la producción habitual. Una tarea complicada que les obliga a estar las 24 horas trabajando, de manera que muchos realizan este precario reparto de madrugada para sortear los piquetes. Desde la compañía critican que no se estén respetando los servicios mínimos ya que estos solo permiten el abastecimiento de las granjas, pero no acudir al puerto a recoger las materias primas con las que producir el pienso necesario.

Ante esta situación explican que a lo largo del fin de semana habrá granjas que quedarán sin abastecer, puesto que aunque ayer pudieron realizar un reparto completo, el sábado y el domingo eso será imposible.

De no mejorar esta tesitura afirman que no les quedaría más remedio que acudir al puerto a cargar las materias primas aunque los piquetes se lo impidan. «No podemos dejar morir a los animales», explicaban fuentes de la empresa silledense. 

Otros sectores

 La crisis no solo está afectando al sector agrícola, en otras empresas de la comarca el parón está poniendo en jaque su economía. En Megodeza, dedicada al mantenimiento de instalaciones eléctricas industriales, aseguran que no están entregando ni recibiendo nada. «El último día que se cargó el camión fue el lunes», apuntan. Desde Metaldeza comunicaban un problema similar, aunque continuaban trabajando con cierta normalidad.