Nace en Zamora otro ternero con dos cabezas que logra sobrevivir dos días

No es la primera vez que ocurre, pero cuando sucede es habitual que despierte extrañeza y acabe convertido en un hito viral. Esta vez pasó en una granja de Zamora, en la  pedanía de Piñuel, un lugar de 63 habitantes de la comarca de Sayago, al suroeste de la provincia zamorana. Ahí nació un ternerito bicéfalo que, según contó su dueño a Efe, sobrevivió al menos dos días. Primero amamantado por su madre y, después, a biberón por este ganadero llamado Miguel Fuentes Garrote, un hombre a punto de jubilarse al que no le importaría donar el cuerpo del animal a la ciencia porque, ¿cómo se comunican esos dos cerebros?, se pregunta.

Cuando vio por primera vez al ternero, el hombre quedó algo sorprendido porque nunca, en los 48 años que lleva trabajando en el campo, había visto un ternero igual. Alguno había nacido con malformaciones como la falta de culo, pero nunca ninguno con dos cabezas. Dice el ganadero que del centenar de hembras reproductoras de la explotación, la que ha parido el ternero con dos cabezas es una vaca, un cruce de blonde y limousine, ha tenido «unos quince partos y siempre ha criado a todos los terneros, no se le ha muerto ninguno». También es una vaca «muy recia» y con carácter, que el pasado martes sobre las cinco y media de la tarde parió sin ayuda.

Recuerda que vio el «ternero ya de pie, que había mamado», pero al rato cayó y ya no se levantó. Aunque intentó acercarse a él, el temperamento de la nodriza hizo que no pudiera ayudarlo y fue la mañana del miércoles cuando, con ayuda de una pala de tractor, logró rescatar al extraño ejemplar. Desde entonces lo ha alimentado a base de biberones, a veces hasta dos a la vez, uno para cada boca, e inicialmente todo ha ido bien hasta que este jueves por la tarde ha empezado a mostrar signos de debilidad.

«Al principio tragaba, ahora lo que chupa por una boca lo echa por la otra», explica el ganadero, que ve mucho más débil a ese pequeño dios Jano y vaticina que le quedan pocas horas de vida. ¿Y después qué? Seguramente se la llevará el camión que retira los cadáveres de las explotaciones como hace con cualquier otra res muerta, aunque el ganadero admite que «lo donaría encantado» para que lo estudiara la ciencia, pero nadie se lo ha propuesto.

En Galicia a lo largo de los últimos años se han dado varios casos de este tipo. En el 2001, por ejemplo, en la aldea de Sansobre, en Vimianzo, nació un ternero con dos cabezas, un animalito que mamaba por sus dos bocas moviendo el hocico a la vez. En el 2006 nació otro animalito con la misma malformación en una explotación de la localidad de Vilaferreiros, en Mazaricos.