Segunda medalla de oro en Francia para una quesería de Lugo: «Xa gañei o Óscar dúas veces»
Ganadería
Quintián, con sede en O Páramo, logra de nuevo un premio en un concurso de Lyon, en el que fueron galardonadas también sendas fábricas de Arzúa y de Celanova
04 Dec 2024. Actualizado a las 17:53 h.
«Y el Óscar es para...». Cuando se pronuncian esas palabras en la más famosa ceremonia del cine, millones de personas de todo el mundo contienen la respiración para saber qué película, qué actor o actriz, qué productora, qué director o directora subirán al escenario para recoger el premio y mostrar su satisfacción. Si, pasando del cine al sector del queso, hay alegrías comparables a ganar un Óscar, algunas personas pueden explicar lo que se siente.
«Xa gañei o Óscar dúas veces», decía este miércoles Chelo López, que con su marido, Julio López, está al frente de Quintián, una quesería reconocida con una medalla de oro por segundo año consecutivo en un certamen francés. En un concurso celebrado en Lyon en días pasados, el premio le fue concedido a la fábrica, ubicada en el concello lucense de O Páramo, por el queso Mourelo, elaborado con pasta prensada semicocida con una maduración que oscila entre tres y seis meses.
El éxito de Quintián no es el único de Galicia, que puede lucir un palmarés con otro oro y con una plata tras la celebración de ese concurso. Galmesán, con sede en Arzúa, se hizo también con un oro, y Feijoo, con instalaciones en Celanova, alcanzó una medalla de plata. El oro de Galmesán llegó por un queso de igual nombre que la factoría, fabricado con pasta prensada cocida y sometido a más de doce meses de maduración antes de salir al mercado.
Más breve, entre 14 y 30 días, es la maduración de Longa Noite, nombre del producto presentado al certamen por la quesería ourensana. En este caso, se trata de un queso fabricado con pasta blanda y corteza florida. En el certamen participaron unos 2.500 quesos, elaborados en diferentes países, y unos 600 catadores.
Un éxito rápido
El éxito de Quintián puede ser considerado fulgurante, puesto que la quesería se puso en marcha en el 2020. Además del Mourelo, de las instalaciones situadas en O Páramo, un municipio donde la ganadería es todo un referente social y económico, salen también el queso Néboa, elaborado con pasta blanda, y el Agarimo, que Chelo López define como «queixo do país».
Este nuevo oro viene a corroborar la apuesta del matrimonio por la línea de trabajo seguida desde que comenzó la actividad: «Que un queixo sexa recoñecido é un motivo de orgullo para todos», afirmó, subrayando además que no todo el mundo conoce y valora «todo o traballo que hai detrás», orientado a colocar el producto en el mercado.