La Voz de Galicia

Corteza de pino y concha de mejillón para contrarrestar la contaminación por antibióticos

Sostenibilidad

M. Alfonso redacción

La Unidade de Xestión Ambiental y Forestal Sostible del Campus de Lugo lidera un proyecto para conocer las concentraciones de estos compuestos de uso veterinario en el purín, el suelo y los cultivos y para buscar formas de reducir su presencia

01 May 2024. Actualizado a las 20:49 h.

En los lodos de las depuradoras de aguas residuales, que en ocasiones se utilizan para fertilizar la tierra, se pueden encontrar restos de los fármacos que consumen de forma habitual los humanos. Investigadores de la Unidade de Xestión Ambiental e Forestal Sostible (UXAFORES), pertenecientes al departamento de Edafoloxía de la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría del Campus Terra de Lugo, creen que esta misma contaminación se puede estar produciendo con los antibióticos que consumen los animales. Estos pasan al purín que, posteriormente, se utiliza como abono natural, lo que podría estar provocando la contaminación de suelos y cultivos. Por eso han decidido poner en marcha un proyecto de investigación que busca conocer la contaminación derivada del uso de antibióticos ionóforos en el medio ambiente.

La investigación, liderada por los catedráticos Esperanza Álvarez y Avelino Núñez, se centra en los antibióticos ionóforos, que son unos medicamentos que alteran las características de la fermentación rumial, dando por resultado una mejora en la eficiencia de la conversión o en la ganancia en peso. «Estes fármacos son moi tóxicos para os humanos e so se usan en veterinaria, chegando a liberarse por feces ata un 90 % do composto administrado», explican en el Campus Terra. Tienen la teoría de que estos restos acaban en la fosa del purín y llega al suelo cuando este se aplica como fertilizante, pudiendo alcanzar posteriormente las aguas y los cultivos.

El objetivo de este proyecto es el de hacer un diagnóstico sobre la presencia de estos contaminantes en el purín, en los suelos y en los cultivos y estudiar su comportamiento y el efecto que tienen sobre los microorganismos. También se busca proponer medidas de control para evitar su paso a la cadena trófica, utilizando subproductos de la industria forestal, como cenizas de combustión de madera o corteza de pino, y de la agroalimentaria (concha de mejillón), para que actúen como bioadsorbentes de estos fármacos.

Una vez recopilados todos esos datos sobre las propiedades y el comportamiento de los suelos frente a este tipo de contaminantes emergentes, los investigadores comprobarán si algunos de los materiales residuales, tales como la concha de mejillón, la corteza de pino o las cenizas de la biomasa, pueden controlar la contaminación derivada de los antibióticos ionóforos. La elección de estos tres bioadsorbentes como potenciales inhibidores o mitigadores de la contaminación se apoya en resultados de experimentación ya realizados con otros antibióticos empleados en la salud humana, asegura Esperanza Álvarez, quien destaca también el efecto bioadsorbentes que tienen materiales como la corteza o las cenizas.

Cedida

Álvarez también sostiene que el éxito de estos compuestos bioadsorbentes naturales frente a los efectos nocivos de estos antibióticos abriría múltiples posibilidades para eliminar estos agentes contaminantes en su foco de origen, tal y como pueden ser las plantas de tratamiento de lodos de depuradoras y las fosas de purín. También se podrían añadir al suelo para potenciar su capacidad de retenerlos y evitar que pasen a las aguas y a los cultivos.

Este proyecto de investigación cuenta con 200.000 euros de financiación del plan estatal de Proyectos de Generación del Conocimiento, del Ministerio de Ciencia e Innovación. Tiene un período de ejecución de tres años y, además de los dos investigadores principales, participan en él las doctoras María Fernández Sanjurjo, Ana Barreiro Buján y Carolina Nebot; las estudiantes predoctorales Raquel Cela y Ainoa Miguel y la técnica de laboratorio María Jesús Vázquez Celeiro. También colaboran investigadores de las universidades de Granada, Jaén, Túnez y Marruecos. Además, el equipo de Edafología lleva ya años desarrollando esta línea de trabajo en colaboración con un equipo de investigación de la facultad de Ciencias de Ourense, liderado por el catedrático Manuel Arias, centrada en la contaminación por distintos antibióticos usados en medicina humana y veterinaria, de la que ya tienen publicados varios artículos y capítulos de libro.


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