La invernía reduce en Chantada un 30% la cosecha de las variedades tempranas de cereza
Sostenibilidad
Los productores de Belesar ponen a la venta los primeros frutos de la campaña y el precio del kilo oscila entre 6 y 7 euros
17 May 2024. Actualizado a las 10:44 h.
Chantada podría ser perfectamente el Jerte gallego. Jefe en su día de Industrialización e Promoción Agroalimentaria en Lugo e impulsor de la denominación de origen Ribeira Sacra, José Mouriño no se cansa de repetirlo cada vez que le preguntan sobre el potencial desaprovechado del sector primario en esa ribera del Miño. La historia reciente pone de relieve que su afirmación no es nada descabellada. «Meu pai era industrial e vivía case da cereixa e da castaña. Daquela podían saír da ribeira 5.000 ou 6.000 quilos de cereixas diarios mentres duraba a tempada», rememora Ramón Rodríguez Porto, bodeguero, fruticultor y uno de los doce productores que se dan cita este fin de semana en la feria anual que se dedica a la cereza en el pueblo de Belesar.
En realidad se denomina Festa do Viño e a Cereixa de Belesar, los dos productos característicos de esa ribera. Además de cerezas, en los puestos se podrán adquirir vinos de las bodegas Condado de Sequeiras, Adega Fontao y Terras Bendaña. Aunque el cartel anunciador indica que la feria tendrá lugar los días 18 y 19 de mayo, los que se acerquen este viernes a Belesar podrán llevarse la prueba de las cerezas de esta cosecha. Aprovechando la jornada festiva, y el tirón del catamarán del Miño que tiene su base en el pueblo, algunos vendedores ya tienen previsto comercializar cajas de las variedades más tempranas. El precio, según adelantan, estará entre los 6 y los 7 euros el kilo.
Hasta finales de junio
Los cosecheros consultados coinciden en afirmar que la invernía primaveral redujo en aproximadamente un 30% la producción de las variedades más tempranas como la burlat, de buen calibre y muy apreciada por su calidad gustativa. «A colleita viña moi boa, pero abriu moita da cereixa que viña máis adiantada por culpa da auga. Así faise máis traballoso recollelas, porque que hai que escoller moito», explica Porto. La recolección se hace de forma escalonada, entre mayo y finales de junio, con arreglo a los ritmos de maduración de los diferentes tipos de cerezos: burlat, onza, media onza, napoleón, portuguesa.... Las tempraneras son las más rentables para el productor porque al ser las primeras son también las que mejor se pagan.
El capricho de probar las primeras cerezas de la temporada influye en los precios, como también lo hace el volumen de la cosecha y la competencia de otras zonas. Este año todavía se ve poca cereza foránea y en el caso del Bierzo parece tener que ver con la elevada pluviometría y los fuertes contrastes de temperatura de esta primavera. Pero Porto sostiene que zonas de esa comarca leonesa con gran presencia de este cultivo, caso de Corullón, están sufriendo los problemas demográficos que en su momento impidieron que este cultivo despuntase en Chantada.
Antonio Vázquez es uno de los cosecheros de cerezas que acudían tradicionalmente a la feria de Belesar. «Xa hai anos que non vou. A cereixa, sobre todo as primeiras, era un suplemento económico para moitas casas. Pero un vai tendo unha idade e xa non hai xente que axude a recollelas», señala. La crisis demográfica fue en su momento una de las causas de que se estancase la producción del fruto en esta ribera del Miño, con un microclima especialmente favorable para el cultivo del cerezo. El otro factor determinante es que el viñedo eclipsó cualquier tipo de producción alternativa a raíz del despegue de la denominación de origen. «Detrás do viñedo teñen que vir máis iniciativas agrarias, coordinadas con propostas asociadas a turismo e patrimonio», proponía José Mouriño en una entrevista en este diario, en referencia a recursos como el cerezo a la castaña.
Manzanos, castaños y nogales
Pero esas iniciativas no cristalizaron, al menos de forma generalizada. Ramón Rodríguez Porto es una de las contadas excepciones. Tiene bodega, una plantación de 400 cerezos certificada por el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia y cultiva además extensiones significativas de manzanos, castaños y nogales. «Teño —comenta— esa reminiscencia do meu pai, e se un ano vén malo para unha cousa é bo para outra».
Belesar es un pueblo partido en dos por las aguas del Miño en el tramo embalsado por el salto de Os Peares. La Festa do Viño e a Cereixa se celebra en la margen izquierda, del lado del municipio de O Saviñao, donde se ubica el embarcadero del catamarán. La mayor parte de los cerezos se concentran en la margen derecha, en la orilla de Chantada. Concretamente, se reparten entre las parroquias de Belesar, San Pedro de Líncora, A Sariña, Nogueira y Santiago de Arriba, todas incluidas en el mapa vitícola de la denominación de origen Ribeira Sacra.