La Voz de Galicia

Pescanova probará a dar el salto al cultivo del pulpo

Somos Mar

e. abuín o grove / la voz

Se ha hecho con una patente que podría acabar con la elevada mortalidad de las paralarvas. Aseguran haber logrado «resultados espectaculares»

11 Oct 2018. Actualizado a las 05:00 h.

Qué tendrá el pulpo que casi tres decenios después del primer intento todavía no se ha conseguido domesticarlo. Se llegó a pensar que se trataba de una forma de vida extraterrestre. Pero no. Esas sospechas de panspermia -con más raíces cinematográficas que visos de realidad- no son más que el reflejo de un metagenoma y una estructura de genes complicadas. Que los individuos de una misma puesta puedan tener uno o varios padres y que en sus primeras etapas sean tan exquisitos para comer ha hecho que, hasta ahora, no se hayan podido eliminar los cuellos de botella que atrancan su cultivo. Hasta ahora. Porque «de esta, va; sin ninguna duda», dice contundente Pedro Domingues, investigador titular del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Vigo, con experiencias anteriores en el cultivo de cefalópodo -aunque no el Octopus vulgaris, sino el maya- en el Yucatán.

Domingues y Montse Pérez, doctora en Biología y responsable de la planta de cultivo del IEO de Vigo, expusieron ayer en el Foro Acui (Foro dos Recursos Mariños e da Acuicultura das Rías Galegas) el pasado, presente y futuro del cultivo del pulpo. Un pasado que se circunscribe al ámbito científico, un presente que aún está en tanques y un futuro que tendrá el sello de Pescanova. El grupo se ha hecho con la patente del IEO que podría acabar con la elevada mortalidad de las paralarvas de pulpo, algo que haría posible dar el salto a la cría industrial de la especie con ciertas garantías de rentabilidad.

Domingues tuvo que morderse la lengua para no hablar «de algo de lo que no puedo hablar» y contener su entusiasmo cuando anunció que han logrado «resultados espectaculares», con un protocolo que, al parecer, ha resuelto muchas de las claves del desarrollo que Pérez sustanció en la nutrición, la cuestión de mayor influencia en la mortalidad larvaria, que debe ser rica en larvas de crustáceos, que son las que proporcionan un más alto crecimiento; pero también con la temperatura en el desarrollo embrionario y la influencia de los genes en la viabilidad larvaria.

Lo único que avanzó Domingues es que del anterior protocolo que se aplicaba en el cultivo de pulpo lo único que no ha variado es la densidad de cultivo. Por lo demás, hasta se ha cambiado la capacidad de los tanques de cría que se usan a cien litros.

Pruebas gráficas

Pero por si su emoción no era suficiente para que el público diese crédito al logro, Pedro Domingues presentó a las Lourditas, protagonistas de un vídeo que demuestra lo conseguido: ejemplares que a partir del día 50 dejaron de ser larvas para convertirse en pulpitos de 20 miligramos de peso seco.

Con el protocolo actual, «que nada tiene que ver ninguno de los anteriores», se han conseguido asentamientos -cuando la larva deja la columna de agua y se muda al fondo marino- entre los 33 y 38 días, mientras que antes no se lograban nunca antes de 45, cuando no 50 o 60. Y alguna de las Lourditas que se paseaban por la pecera que se exhibió en el Foro Acui antes de regresar a las instalaciones de Pescanova Biomarine Center en O Grove. En todo eso se basa la contundencia de Domingues: «De esta, va».

Plásticos y microplásticos: un problema más de gestión que de salud

Sí, en las especies marinas hay microplásticos. Estudios belgas y holandeses los han encontrado en los mejillones. También en el mejillón de roca del Cantábrico. Y en los de Galicia. Como en los peces, y en la miel, y en la cerveza... «No es un problema de cuatro ecologistas o de cuatro barbas del oceanográfico, sino que tiene impacto real en muchos sectores», señaló ayer Jesús Gago, oceanógrafo químico e investigador del IEO que, antes de hacer saltar «falsas alarmas», subrayó que es un problema más de gestión que de salud, puesto que «no está demostrado que tengan impacto directo relacionado con la salud humana».

De gestión porque hay que acabar con el sobreenvasado. «De nada vale que lleves tu bolsa para que no te la cobren en el supermercado si en ella llevas dos bolsones de magdalenas empaquetadas individualmente».


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