Gondán bota un buque nodriza de vanguardia para eólicos marinos

Diseñados por Salt Ship Design «para convertirse en los barcos más ecológicos del mundo en su tipo» porque están preparados para funcionar con nitrógeno, de momento ya reducen las emisiones de carbono con su sistema híbrido diésel-eléctrico. Uno de esos dos buques contratados por Edda Wind a Astilleros Gondán se botó este miércoles en Castropol, en la orilla asturiana de la ría de Ribadeo. De 83 metros de eslora, el Edda Breeze es un buque nodriza que albergará al personal que trabajará en un parque eólico marino tan de vanguardia y pionero como el propio navío, el Bard Offshore, en el Mar del Norte, a 100 kilómetros de la costa de Alemania.

El Edda Breeze destaca por su equipo propulsor «verdaderamente innovador: dos hélices cicloidales accionadas por motores eléctricos de imanes permanentes», apuntan desde Gondán. Y también por la grúa eléctrica de movimiento compensado de 5 toneladas y 33,5 metros, por la pasarela compensada con alcance de 30 metros y por el elevador para 26 personas para la transferencia de personal a las plataformas eólicas. En sus 52 camarotes individuales y 34 dobles albergará a 27 tripulantes y 93 técnicos. Podrá desarrollar 19 kilómetros de velocidad y está concebido para operar 30 días de modo autónomo.

Dotado de helipuerto y con un peso muerto de 2.500 toneladas, el barco con casco de acero es el número 14 que construye Gondán para una empresa del grupo Østensjø Rederi, copropietaria al 50 % de Edda Wind con Wilhelmsen Holding Invest. Desde Gondán añaden que Noruega apoya la construcción de este tipo de buques ecológicos con fondos de la empresa pública Enova SF.

Buena prueba de lo que representa la construcción de estos punteros navíos ecológicos es que a la botadura asistieron el presidente del Principado de Asturias y la delegada del Gobierno en esa comunidad, el presidente de Gondán y la consejera delegada de Pymar, la patronal española de pequeños y medianos astilleros.