Las casas de Portosín que aúnan historia, innovación y mujeres emprendedoras
Somos Mar
Un proyecto de turismo sostenible y otro de cosmética artesanal confluyen en dos alojamientos singulares
18 Jun 2021. Actualizado a las 05:00 h.
De una manera un poco casual y bajo el cuño de Casiñas Mariñeiras, hace un tiempo se puso en marcha en Portosín un nuevo proyecto de turismo sostenible que ahora ha logrado la cuadratura del círculo al incorporar otra propuesta que, al igual que estos singulares alojamientos turísticos, aúna historia, tradición, innovación y emprendimiento femenino.
Las protagonistas de esta historia son Nadia Fonseca, Lía Juanatey, Chefa Lorenzo y Natalia Silva. Las tres primeras son las responsables de haber dado vida a las Casiñas Mariñeiras, una propuesta muy personal que partió de la vivienda familiar de Portosín, y Natalia es la fundadora de Blue Silk, una marca de cosmética artesanal y vegana que ha desarrollado en exclusiva los productos de baño destinados a los huéspedes de los dos alojamientos de los que Nadia es anfitriona.
Nadia y Natalia tienen mucho en común: son jóvenes, emprendedoras, preocupadas por la sostenibilidad y parten de la historia y la tradición familiar en sus proyectos profesionales. Blue Silk elabora productos cosméticos que tienen como base el agua termal del balneario de Baños de Molgas que pertenece a la familia desde 1873: «Soy la quinta generación de farmacéuticos y estoy especializada en cosmética y dermofarmacia. Todos mis productos son totalmente artesanales: diseño las fórmulas, los fabrico y los envaso en recipientes reciclables».
La más antigua
Más atrás incluso se remonta la historia de las Casiñas Mariñeiras, situadas en la calle San Andrés, que antiguamente formaba parte del camino real, un descubrimiento que sorprendió a las promotoras de la rehabilitación: «Primeiro restauramos a casa familiar, colgámola nas plataformas de aluguer turístico e gustou moito, así que xurdiu a idea de rehabilitar un cuberto grande que se utilizaba como almacén. Durante as obras, soterrados baixo a placa do chan, descubrimos os cimentos da que cremos que é a vivenda máis antiga de Portosín». En un documento fechado en 1812 ya se cita los dos inmuebles como antiguas casas del lugar: «Empezamos a investigar e como a esta construción lle chaman a taberna vella temos a hipótese de que podía servir para abastecer aos camiñantes que pasaban por aquí».
Esa vieja taberna conserva el nombre, pero actualmente es un moderno inmueble revestido de madera, mientras que la vivienda en la que germinó este proyecto de alojamientos turísticos conserva un estilo más apegado a la tradición, pero sin perder el toque personal: «Ao ser un proxecto familiar pos nel unha parte de ti, e poñemos moito mimo en cada detalle da casa», apunta Lía.
Otra de las máximas es la sostenibilidad: «Buscamos para as nosas casas produtos galegos, de proximidade, para reducir o impacto medioambiental, e que contribúan a promover a cultura e economía de Galicia». Y así es como surgió la colaboración con Blue Silk.
Dimensión social
«Non foi fácil atopar produtos de calidade, feitos aquí e que tiveran tamén unha dimensión social», explica Chefa Lorenzo, que pone en valor la apuesta por un proyecto impulsados por una mujer joven y que crea empleo en Galicia, sin perder de vista la sostenibilidad, algo que Natalia Silva agradece: «Es muy difícil cuando empiezas conseguir visibilidad, y este tipo de colaboraciones ayudan mucho a dar impulso». De hecho, Blue Silk es muy reciente, y aunque comenzó a gestarse en el 2017, recibió el empujón definitivo durante el confinamiento.
El pasado febrero comenzó su relación con las Casiñas Mariñeiras. Fueron unos meses de trabajo en la distancia, envío de muestras y bocetos del diseño de las etiquetas, de elegir aromas y texturas y de búsqueda de dispensadores de vidrio para eliminar los plásticos de los envases, hasta que llegaron al resultado final: «Son productos naturales, hechos con agua termal, que tiene muchas propiedades, respetuosos con todo tipo de pieles y veganos».