Mar pone en marcha la maquinaria para lograr una reforma de la política pesquera ventajosa para Galicia

Cada diez años, Bruselas repinta la fachada de la Europa Azul. La última capa se aplicó en el 2013, con un año de retraso sobre el calendario previsto, pero ya ha avisado de que en breve sacará las brochas para remozar la política pesquera común (PCP). Antes de que se hayan colocado siquiera los andamios, Galicia ya ha advertido del tono que quiere para esa nueva Europa Azul. La conselleira de Mar, Rosa Quintana, presentó la paleta de colores el martes en Vigo y ayer se la mostró a los miembros del Consello Galego de Pesca, a los que, explicó, está abierta a incorporar más tonalidades a la pintura con que se renovará la política pesquera.

Para la Consellería do Mar, la nueva PCP debe facilitar el relevo generacional, la sostenibilidad pesquera, la igualdad de condiciones entre los distintos operadores -el conocido como level playing field-, la adaptación al cambio climático y la cogobernanza global. En este último sentido, la conselleira expuso la necesidad de que la UE «promova o establecemento dunha limitación á capacidade pesqueira global para que haxa un reparto máis xusto das oportunidades de pesca no mundo».

Ese es el azul básico que busca Mar, pero que quiere enriquecer con las aportaciones del sector y establecer una hoja de ruta de la pesca europea. Para ello se ha formado un grupo de trabajo en el seno del Consello Galego de Pesca. Edelmiro Ulloa, de la Cooperativa de Armadores de Vigo; Jesús Lourido, de Puerto de Celeiro; Sergio López, de la OPP 7 de Lugo; José Antonio Pérez, presidente de las cofradías gallegas; Juan Vieites, secretario general de Anfaco y Torcuato Teixeira, de Pescagalicia, forman ese equipo que, por parte del sector, tratarán, en palabras de Teixeira, de «aproveitar esta oportunidade de salvar o pouco que queda da pesca galega» que supone la revisión de la política pesquera.

En la reunión, la Consellería do Mar también trasladó al sector su abierta discrepancia con la resolución del Parlamento Europeo para promover la recuperación de las poblaciones de pesca por encima del rendimiento máximo sostenible. Por más que no sea vinculante, «o Goberno galego considérao negativo porque só ten en conta o ámbito medioambiental e carece da visión socioeconómica da actividade». A juicio de Quintana, contiene medidas «demasiado restritivas e afastadas da realidade da frota, máxime tendo en conta os esforzos xa realizados».