¿Duran más las bajas laborales de los marinos que las de otros trabajadores?
Somos Mar
Al ISM le parece que superan la media general, e investiga posibles causas
07 Nov 2021. Actualizado a las 05:00 h.
«Trabajar en el mar puede resultar física y emocionalmente exigente», reconoce el Instituto Social de la Marina (ISM) en su última guía sanitaria. Tal es la dureza, penosidad y peligrosidad, que pueden jubilarse hasta diez años antes que en otros sectores. A bordo de las plataformas flotantes donde trabajan y viven, las jornadas son largas, variables y sin horarios, y la humedad y el frío, compañeros habituales. Diferentes a la gran mayoría de los de tierra y, en general, también con mayor riesgo de golpearse o accidentarse. Cuando los marineros enferman o se lesionan, una vez en tierra, reciben la misma asistencia sanitaria que el resto de la población: médicos de la sanidad pública o de las mutuas.
Por los datos que maneja el Instituto Social de la Marina (ISM), las bajas laborales de los marinos superan en determinados casos la duración media de otros sectores. Desde hace meses investiga las posibles causas, comparando cuánto tardan en recuperarse los tripulantes y la población en general ante los mismos problemas similares de salud.
106 días de media
A los asalariados pueden abonarles las prestaciones por incapacidad laboral a la Seguridad Social o las mutuas (pago directo) o los empresarios (pago delegado), en este caso con fondos que reciben del erario público o de la mutua.
En las de pago directo, las estadísticas del ISM de los últimos doce meses sitúan en 207 días de media las de enfermedad o accidente no laboral (contingencias comunes), y en 83 las de percances en el trabajo o achaques relacionados con él (contingencias profesionales). Más largas que las de pago delegado, 114 días por contingencias comunes y 61 por las profesionales. De las cuatro resulta un promedio de 106 días.
«Bastante más largos»
«Tiempos bastante más largos que en otros colectivos», concluyó Elena Martínez Carqués, directora del ISM en la ejecutiva del consejo general de esa organización en la que se abordó el asunto. Porque «una parte estará justificada, pero, a lo mejor, otra no», desde hace meses el ISM coteja las bajas de los afiliados al Régimen Especial del Mar con las duraciones medias probables de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y con las del Instituto Nacional de la Seguridad Social, además de comprobar cuáles ha revisado la Inspección Médica.
Un representante del sindicato UGT intervino en la ejecutiva del ISM expresando «cierto grado de preocupación por el hecho de que pudiera pensarse» que las bajas de los trabajadores del mar son más largas que las del resto. «No se pueden comparar», alegó exponiendo algún ejemplo concreto. Incluso admitiendo que con problemas de salud semejantes la recuperación de los tripulantes puede ser más lenta que en otros oficios, Martínez Carqués defendió la investigación porque «la información es fundamental».
Entre otras razones, la directora del ISM apuntó que el estudio contribuirá a conocer cuáles son las enfermedades profesionales o comunes con más incidencia entre los afiliados al régimen especial del mar, en qué tipo de ocupaciones, los posibles motivos y valorar si se podrían prevenir.
La paradoja de que algunos no sean aptos para embarcar pese a haber recibido el alta médica
De los marineros de baja por enfermedad o por algún otro percance se ocupan los médicos de la Seguridad Social o los de las mutuas, pero son los facultativos del ISM, los de Sanidad Marítima, quienes deciden si son aptos para embarcar. Se da la paradoja de que a algunos que han recibido el alta médica no les permiten reincorporarse a sus puestos, con lo cual se quedan sin derecho a percibir la correspondiente prestación social, pero tampoco pueden ganarse la vida en su profesión. «Quedan en tierra de nadie», comentaron en la penúltima comisión ejecutiva del ISM. Con idea de evitarlo, facultativos de Sanidad Marítima participan en los equipos de valoración de incapacidades si ha llegado el momento de analizar y decidir sobre la situación.
¿Qué puede hacer un trabajador del mar si los médicos de la sanidad pública o de las mutualidades que lo atienden lo consideran recuperado pero los de Sanidad Marítima concluyen que todavía no está en condiciones de volver a embarcar? Una alternativa apuntada en la ejecutiva del ISM: impugnar el alta médica.