Íxaro, un delfín de aleta blanca enamorado de Galicia desde hace 22 años

Por su aleta blanca identifican los miembros de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) al delfín mular que bautizaron como Íxaro. Todo un enamorado de Galicia un cetáceo que fue visto por primera vez en el año 2000, en Punta Balea (Cangas). Asiduo de las ricas aguas de las rías y las costas, en ese primer avistamiento ya era adulto, probablemente macho, confirmándolo con el paso de los años por la evolución de su aleta dorsal.

Calculan que puede tener 32 años este «arroaz» que en los últimos tres frecuenta las Rías Altas. Cada poco tiempo aparece por la costa de Dexo, en Oleiros, y por la ría de Cedeira, con su «branco estandarte, a súa peculiar aleta dorsal».

A Cemma le envían marineros y personas que pasean por las costas fotografías porque les llama la atención su aleta blanca. No pasa desapercibido, menos ahora que casi siempre lo avistan en solitario. Normal, añaden los investigadores, «cos machos de moita idade».

Del 2000 al 2018 alternaba por las Rías Baixas, localizándolo con regularidad en las de Vigo, Pontevedra y Arousa. A partir del 2019 se trasladó al norte, al entorno de A Coruña.

Cemma puede contar retazos de los 22 «de convivencia» de Íxaro con las gentes del mar y los habituales de las costas gallegas por su banco de fotoidentificación. Veinticinco años en los que han podido conocer el comportamiento de los delfines, sus movimientos, sus residencias, sus relaciones y hasta los desplazamientos a largo plazo.

Si bien nadar entre rías es lo más habitual, Cemma ha registrado rutas de entre 200 y 600 kilómetros, ida y vuelta, u otros de semanas, del sur al norte, de Vigo a A Mariña. Con la colaboración de entidades o centros de investigación de otros comunidades españolas y de Portugal, han comprobado desplazamientos de más de 1.000 kilómetros, también de ida y vuelta, de Galicia al País Vasco o al Algarve o Sado, en el litoral luso.