La comisión de investigación de siniestros analiza si le compete actuar en el del Albacora Cuatro

«No todos los accidentes ocurridos a bordo de un buque son accidentes marítimos». Al menos no todos encajan en lo que entiende por ello la Comisión Internacional de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim), explican desde el organismo independiente adscrito a Transportes. ¿Es el del Albacora Cuatro, el atunero vigués que sufrió una fuga de amoníaco cuando estaba amarrado a puerto en las Seychelles y perdieron la vida dos personas un siniestro marítimo? La misma Ciaim tiene dudas. Si lo investiga o no «es algo que debe decidir el pleno» de la comisión técnica. Y su resolución no será inmediata.

No obstante, en tanto no se tome una decisión definitiva, la Ciaim «ha abierto preventivamente un expediente de investigación y ha iniciado los trámites ordinarios de solicitud de información y toma de declaraciones». Por si acaso. Si al final el pleno decide que el suceso no le compete, «se archivará el expediente», apuntan desde la comisión.

¿Por qué hay dudas?

Para que se considere accidente marítimo, el suceso debe tener relación «con la explotación del buque»; es decir, ocurrir mientras el buque realiza las operaciones para las que fue diseñado: navegación, transporte o pesca, según el barco. Así, por ejemplo, los accidentes a bordo de navíos en reparación en varadero no se consideran accidentes marítimos y la Ciaim no los investiga. Lo mismo ocurre con los incidentes portuarios ocurridos durante la carga y descarga, salvo que se vea afectado el buque o su tripulación. Pero la «distinción no siempre es clara» y los siniestros ocurridos durante la operativa de un buque en servicio, como el mantenimiento o el embarque de tripulaciones son accidentes marítimos aunque no hayan ocurrido en navegación.

En el caso del Albacora Cuatro, «el buque no estaba en servicio si no en reparación y llevaba casi un mes inoperativo». Es, por tanto, «dudoso que tenga relación con la explotación del buque», pero debe estudiarlo la Ciaim.

En las Seychelles, siguen las tareas para repatriar los cuerpos de los dos fallecidos (los ribeirenses Ángel Boo y Francisco Cameán) y permanecen en el hospital dos marineros, después de que uno más tuviese que ingresar el jueves.