El precio de la sardina no se inmuta ante el primer San Xoán con las aglomeraciones de vuelta

La sardina este año se empeña en llevarle la contraria a la macroeconomía. Al contrario que otros productos, como los huevos o el aceite, ha congelado sus precios. No se inmuta ni ante un San Xoán que vuelve a ser un San Xoán como los de antes. De hogueras y aglomeraciones. De sardinas que mollan o pan y churrasco.

Los propios placeros están sorprendidos de que ayer la hubiesen podido vender al mismo precio que tenía la semana pasada. Lo confesaba Manoli Martínez, pescantina de la plaza de Noia, que las exponía en su puesto a cinco euros el kilo. En el área de Barbanza se vende entre 5 y 7 euros, 8 el kilo si es la del xeito de Rianxo.

Ayuda mucho a ese ejercicio de contención que haya cantidad. Los barcos están consiguiendo pescar el cupo diario, que desde el lunes pasado ha subido en cantidad. Ayer y anteayer, eran 2.000 kilos los que podían desembarcar los cerqueros de más de 9 tripulantes y 1.500 si llevaban menos de ese número de marineros a bordo. Hoy ya se podrán descargar 3.000 y 2.000 respectivamente, por lo que es probable que esa hipotética mayor oferta ayude a que no se dispare demasiado el precio, que se ha quedado muy lejos de los 10, 12 o 16 euros que llegaron a pedirse por un kilo de sardinas en la víspera de la noite meiga. «Mañana [por hoy] la demanda subirá y el precio puede llegar a 10 o 12 euros, 14 como mucho, pero desde luego no a los 16 de otros años», auguraba Marcos Rabina, pescadero en la coruñesa plaza de Lugo que ya tenía encargos de aquí, de Madrid, Pamplona, Valencia y otros puntos.

María Mayán, pescantina de Ribeira, destacaba precisamente eso, que no había problemas para abastecerse porque se está subastando mucha sardina.

Subastas en lonja

En la lonja de Burela se subastaron 16.800 kilos y el precio medio superó por poco los dos euros. En la de Celeiro se pusieron a la venta 2.000, también a un precio medio ligeramente por encima de los dos euros el kilo. Un kilo de piezas de tamaño mediano, de esas que entran 14 ejemplares.

La abundancia también ha mantenido bajos los precios en las lonjas de la Costa da Morte. En la de Malpica se pagó a entre 2 y 4 euros el kilo la sardina que llegó, de muy buena calidad. Y en el mercado de Carballo, la más cara se vendía a 7 euros.

Precisamente esa diferencia entre el primer y el segundo eslabón de la cadena escamaba a los cerqueros de A Coruña. Aunque la más cara se pagó a 2,50 euros, también hubo quien vendió a 1,30 el kilo. «Casi todos os barcos colleron o tope porque hai moita sardiña, pero o que non hai é moito prezo», se lamentaba Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia. «Un día como hoxe se esperaba máis». No obstante, todavía confiaba en que la subasta de la pasada madrugada y los encargos de última hora elevasen las cotizaciones de un producto que está llegando de muy buena calidad.