La Voz de Galicia

El malpicán Emilio Cambre: «A xente pedíanos rutas en barco pola costa e saídas de pesca deportiva»

Somos Mar

melissa rodríguez carballo / la voz Responsable de la empresa Surca

Turismo a toda costa | Con su empresa en Ponteceso, muestra el trabajo de los percebeiros y las embarcaciones de artes menores

13 Sep 2022. Actualizado a las 10:43 h.

Emilio Manuel Cambre Pose (Beo-Malpica, 35 años) lleva la pasión por el mar en el ADN. Su familia estuvo vinculada al sector, lo que lo llevó a iniciarse muy pronto en la pesca deportiva. Hace siete años, decidió abrir una tienda especializada, Surca, en Ponteceso, donde reside, teniendo en cuenta que no había ninguna en el municipio ni en Laxe, al lado, pese a su fuerte tradición pesquera. Pero pronto detectó una nueva necesidad. «A xente pedíanos rutas en barco pola costa e saídas de pesca deportiva», explica. Se puso a estudiar la titulación necesaria y ahora realiza viajes muy variados y atractivos por la zona. «É unha actividade que se compenetra moi ben co establecemento e, ao fin e ao cabo, é un recurso que temos sen aproveitar», añade.

No le falta razón, pues en buena parte de la Costa da Morte, sobre todo en Bergantiños y Camariñas, el turismo náutico todavía está sin explotar. Además, en su caso, va más allá del paisaje y muestra la cultura marinera en vivo. Lleva a los navegantes hasta los puntos cercanos en los que los percebeiros trabajan y les explica todo el proceso. «Foi vindo unha idea tras outra xa que nas viaxes que empecei facendo vía que á xente lle gustaba moito contemplar o traballo dos barcos», comenta.

Es una propuesta que está triunfando, asegura. Hay gente que le llega a través de agencias. También se aproxima a las embarcaciones que utilizan artes menores para ver a los marineros faenar con los aparejos. En este sentido, guarda varias anécdotas: «Un día uns de Lugo viron que unha lancha de percebeiros deixaba a un deles nunha pedra e preocupáronse moitísimo. Ata cadrou que máis ou menos chegamos as dúas embarcacións á vez á terra e fóronlle preguntar a propósito se foran recoller ó compañeiro», cuenta entre risas. «Impresiona coñecer o seu traballo de preto. Non é o mesmo velo nun vídeo que comprobar in situ ás condicións ás que se expoñen», expresa.

ANA GARCÍA

Pero son muchos más, incluso habitantes de la comarca, los que en la variedad de viajes que Emilio realiza se sorprenden con lo que ven antes sus ojos desde el mar: «Hai moitísima xente de aquí que vén e di ‘Non sabiamos que isto era así'. Ao fin e ao cabo, o feito de ir en barco ofrece outra perspectiva do litoral. Vemos moitas covas ou praíñas escondidas que, de outro xeito, non é posible». Además, les hace fotos de recuerdo para inmortalizar el momento. Es una manera, dice, de «poñer en valor o que temos». Por el momento, en la zona todavía prima la costumbre de ver el mar como una fuente de trabajo y no de ocio. Y no será por falta de demanda. En sus rutas se producen, asimismo, avistamientos de cetáceos. «Este verán deixáronse ver moitos golfiños e arroaces», destaca. Las salidas o el alquiler de kayak son otra posibilidad que ofrece.

Este enfoque de negocio le llevó a hacerse con una nueva embarcación de 6,5 metros de eslora y con capacidad para 8 personas, de las cuales seis son pasajeros. La planeadora tiene su base en el puerto de Corme, aunque también recoge tripulantes en el muelle vecino de Laxe. Luego navegan por la ría de Corme y Laxe y visitan el cabo laxense y Punta Roncudo, «un lugar privilexiado onde se apaña o mellor percebe do mundo», apunta Cambre Pose. Esa es la fama que tiene el crustáceo cormelán. Mismo se desplazan hasta la costa que va desde Punta Nariga, en Malpica, a Niñóns, ya en Ponteceso. Y para los paseos en kayak no falta, por supuesto, el río Anllóns, que vertebra Ponteceso. Sobre este último paraje natural, más todavía él lo tiene claro: «Non está nada aproveitado a nivel turístico, é unha mágoa para o espectacular que é».

Este emprendedor ya estudia más opciones de oferta lúdica para el próximo año. Los interesados deben saber que todas las salidas dependen de los horarios de las mareas y de los trabajadores del mar, así como del propio estado del medio. Pueden participar niños y tanto el precio de la actividad como la duración va desde la hora y media y los 25 euros. Surca pone todo el material necesario.


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