Galicia acoge a 700 expositores de 40 países en la gran cumbre del congelado

La Feria del Congelado vuelve con toda su potencia tras el paréntesis pandémico. Vigo acoge desde hoy y hasta el próximo jueves, 7 de octubre, uno de los tres eventos de productos del mar congelados más importantes del mundo. El Instituto Ferial de Vigo (Ifevi) ya está listo para celebrar la edición número 23 de Conxemar, una de las más esperadas porque aspira a recuperar su esplendor tras dos años marcados por las limitaciones de la emergencia sanitaria y porque pone en el escaparate a un sector en alerta por el veto de la Comisión Europea a la pesca de fondo en 87 áreas.

La industria pesquera tiene tres días por delante para demostrar todo su potencial en plena transformación del sector y el negocio del congelado, específicamente, para exhibir la capacidad que le llevó a doblegar a la pandemia pese al cierre del canal Horeca.

Atrás queda un 2021 en el que la participación en Conxemar estuvo limitada por las restricciones, con 486 expositores. En la edición que arranca hoy serán más de 700 los stands, con representación de cuarenta países. Gambia, Finlandia y la República Checa son los tres mercados estratégicos que se estrenan en el Ifevi.

Otra de las novedades de este año es la inauguración de la ampliación del recinto ferial, una demanda histórica de los organizadores de la feria. Sostenían que si agrandaba la superficie útil, la ocuparían por completo. Y así ha sido. La feria ha vendido todos los emplazamientos disponibles. Este 2022, entra en funcionamiento un nuevo pabellón de 5.000 metros cuadrados, que eleva la superficie de la celebración de productos congelados hasta los 37.000 metros.

El estreno de Eloy García al frente de la Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Transformadores y Exportadores de Productos de la Pesca y Acuicultura es otra de las novedades que trae consigo esta edición. Comienza su andadura como presidente de Conxemar en un certamen que aspira a alcanzar cifras récord, ya no solo de participación sino también de volumen de negocio.

A partir de hoy comienzan los encuentros en el Instituto Ferial de Vigo (Ifevi). La inauguración oficial será a las 12.00 horas y contará con la intervención de Eloy García, el máximo responsable de Conxemar; Abel Caballero, alcalde de Vigo); Alicia Villauriz, secretaria general de Pesca; Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia; Juan Carlos Escotet, presidente Abanca; y Audum Lem, director de Pesca y Agricultura de la FAO.

El miércoles, día 5, a las 11.00 horas tendrá lugar la presentación de resultados del proyecto Autopesca de la Organización de Palangreros de A Guarda (Orpagu), en el stand G-61. Media hora después está prevista la presentación de Galicia Logistics, que aglutina la oferta conjunta de servicios logísticos, infraestructuras y suelo empresarial de Galicia para acercar a cualquier empresa al mercado internacional. La cita despierta el interés de todo el arco político, como demuestra la visita que realizará al recinto ferial la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, a las 12.15. Y a las 13.00 horas, Orpagu se encargará del aperitivo con una degustación de sus productos y de las novedades que brindan a Conxemar. La feria en sí misma es una oportunidad para degustar muchas de las apuestas que hacen las empresas comercializadoras de productos del mar en sus espacios expositivos.

El jueves, día de cierre de la feria, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, visitará la feria acompañado de la junta directiva de Conxemar. El representante del Gobierno lo hará en un momento histórico para las empresas del sector, debido al veto de la Comisión Europea a la pesca de fondo en 87 áreas comunitarias.

Ya sobre las 12.30 horas, la Organización Interprofesional de la Pesca, Interfish, hará una valoración de la situación que atraviesa la industria. La entidad nció en el 2019 con el objetivo de representar a toda la cadena de valor del producto pesquero: sector extractivo, transformador y comercializador.

La asistencia de miles de profesionales llena los hoteles de Vigo de martes a jueves y supone un balón de oxígeno para la hostelería local. Los restaurantes apenas disponen de sitio para cenar mientras se celebra la feria.