Mar anima a las empresas a recurrir las 87 vedas y apremia al Gobierno a que presente ya su demanda

Ni dos semanas faltan para que venza el plazo que el Gobierno español tiene para recurrir ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) el reglamento de ejecución que instauró un reguero de 87 vedas a lo largo de los cantiles de España, Portugal, Francia e Irlanda. La demanda tiene que estar en Luxemburgo antes del día 19 y en la Xunta de Galicia nada saben de ella, ni si han recogido los argumentos jurídicos que le han facilitado, ni si se va a pedir la suspensión cautelar de la medida. «Esperamos que o ministro nos faga partícipe dos fundamentos nos que se basa para presentar o recurso», dijo ayer Rosa Quintana, conselleira de Mar al término de la reunión que mantuvo en Bruselas con representantes de otras regiones europeas afectadas, como Bretaña, Pays de la Loire, País Vasco y Andalucía. Todos coincidieron con Galicia, sobre todo Bretaña, «na necesidade de defender o sector ante decisións inxustificadas e sen base científica adoptadas por Bruxelas coma esta».

Y la única herramienta de la que disponen el sector y los Estados miembros para defender sus intereses es el TJUE. Pero la Xunta «non está lexitimada» para acudir, por lo que instó al Gobierno central «a presentar canto antes o recurso contra o veto á pesca de fondo e solicitar a súa suspensión temporal», azuzó Quintana. También animó a los armadores a recurrir a la vía judicial de forma individual, pues en sus manos están los argumentos elaborados por los juristas especializados que pueden dar sustento a sus recursos. Eso y demostrar que realmente están afectados por las 87 vedas. Para los particulares, además, el plazo es más largo y tienen hasta diciembre.

Argumentos para los franceses

Los razonamientos jurídicos que la Xunta ha recopilado para tirar abajo las vedas también han sido facilitados a otras regiones europeas, como Bretaña y Pays de la Loire, para que también puedan animar a los afectados a actuar en Luxemburgo.

Quintana expuso en la reunión la conveniencia de tender puentes con la Comisión Europea para trabajar con los mejores datos científicos y organizar grupos de trabajo entre sector, oenegés y autoridades regionales para poner en común que la pesca es una actividad económica que se desarrolla en el medio marino y que, por tanto, los pescadores son los más preocupados por su conservación.

A preguntas de los periodistas en Bruselas, Quintana explicó que la consellería está realizando un estudio sobre el impacto del palangre en el fondo marino. Un trabajo que, en cuanto esté finalizado, se hará llegar a las autoridades comunitarias. Se ha centrado en esta arte de pesca porque ha sido la más perjudicada, toda vez que el arrastre puede faenar entre los 0 y los 400 metros y la volanta ha encontrado zonas alternativas.