Mar pedirá la declaración de emergencia para zonas donde ha muerto el marisco
Somos Mar
Recoge datos para que el Estado responda a una «situación excepcional»
23 Nov 2023. Actualizado a las 04:45 h.
Son muchas las voces que hablan de una auténtica catástrofe en el marisqueo gallego. En Noia, en Rianxo, en Pontevedra, en Carril, en Cabo de Cruz... Las copiosas lluvias han causado estragos en unos bancos naturales donde ya se habían detectado antes problemas de crecimiento. La bajada de salinidad ha debilitado todavía más el marisco y provocado mortandades masivas en muchas de esas playas. El conselleiro de Mar, Alfonso Villares, garantizó ayer en el Parlamento que se tomarán «as medidas necesarias para recuperar eses bancos marisqueiros, co consenso do sector e contando co aval da ciencia». Y entre las vías que explora está la de elevar al Gobierno central «a petición de declaración das áreas das rías como zonas afectadas gravemente por unha emerxencia de protección civil».
Villares señaló que recurrir a la normativa de emergencias es «unha medida excepcional para unha situación completamente excepcional», provocada por precipitaciones récord en volumen y en días consecutivos que, subrayó, propiciaron «unha caída da salinidade da auga a niveis que non se recordan». La petición está en tramitación, por lo que no hay todavía una relación de áreas afectadas. La Xunta está recabando datos y realizando informes precisos para definir «as zonas sobre as que se podería aplicar esta medida».
Pero mientras Villares insiste en que se trata de una «situación excepcional» provocada por la inusual temperatura elevada de las aguas primero, por las lluvias extremas después y por otros castigos que manda el cambio climático, el BNG cree que llueve sobre mojado y que la Xunta es negacionista, no del calentamiento global, sino de la caída de producción de las rías gallegas. Rosana Pérez, diputada que interpeló al conselleiro por las actuaciones en la ría de Muros-Noia para mejorar la productividad, regular el vaciado de los embalses y paliar el desastre socioeconómico, desplegó toda una serie de noticias de los últimos diez años que aluden a la pérdida de productividad del mar gallego. Para empezar, recordó que en el 2012 había 3.900 mariscadoras a pie y a flote y hoy la nómina se ha reducido a 3.600, el doble de alguna gran empresa gallega.
Pérez rechazó que se trate de un problema puntual y conminó a Villares a asumir las competencias exclusivas que Galicia tiene en marisqueo y, si realmente se trata de una situación excepcional, articule una convocatoria de ayudas extraordinaria, al tiempo que reprochó al conselleiro que no tomase medidas para impedir, como reclama el sector, que los embalses abran compuertas con marea baja.
La Xunta estaría dispuesta a financiar «a parada temporal da actividade», pero resulta que para eso es preciso que el Estado publique el real decreto que las regula, para abrir las puertas del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (Fempa). De hecho, recordó Villares, el cerco lleva esperando todo este año para poder recibir esas ayudas.
En cuanto al caso de Noia, el conselleiro brindó su colaboración para que la prestación económica mensual que ofrece el Instituto Social de la Marina llegue a la mayor parte de los afectados.
En cuanto a la apertura de los embalses, Villares dijo que se está trabajando con Infraestruturas y la empresa que gestiona la presa del Tambre para redefinir el protocolo de actuación, y confía en que los contactos den sus frutos y la empresa comunique con antelación esa liberación de agua. Ahora bien, recordó que los embalses «xogan un papel importante na regulación do caudal dos ríos, pois evitan que toda a auga procedente das choivas vaia a parar ao mar de golpe», dijo.