España y otros cuatro países cargan contra Oslo por quedarse con el bacalao de Svalbard
Somos Mar
Instan a Noruega a respetar las obligaciones de los tratados internacionales
26 Dec 2023. Actualizado a las 04:45 h.
Este año tampoco ha habido pacto entre la UE y Noruega para repartirse la xarda. Como los países ribereños no consiguen ponerse de acuerdo en el porcentaje de caballa que le corresponde a cada bloque, el nórdico continúa fijando de forma unilateral su cuota. Y sigue haciendo lo que le da la gana con el bacalao de las islas Svalbard, que tendría que repartir y no lo hace.
Hasta ahora, esos desafíos continuados por parte del Gobierno de Oslo solo tenían respuesta en el ámbito diplomático, con el intercambio de notas verbales. Firmes y contundentes, sí, pero sin los efectos prácticos que reclamaban desde el sector pesquero, que azuzaban a Bruselas para que cerrase la puerta del mercado comunitario a los productos pesqueros con sello noruego. Y aunque este año se ha hecho un tímido intento de protesta, al dejar la xarda al margen de los productos que el país nórdico puede mandar sin aranceles al mercado europeo —con las consiguientes protestas por parte de Oslo, que replica que nada tiene que ver la gestión pesquera con las negociaciones comerciales—, la Comisión sigue siendo demasiado benevolente con Noruega y sus decisiones unilaterales. Con las que toma con la xarda y con lo que hace con el bacalao que a la UE le corresponde en virtud de los tratados internacionales.
Así se lo han hecho ver España y otros cuatro países (Alemania, Francia, Polonia y Portugal) en una declaración añadida al acuerdo con el que los Veintisiete fijaron los totales admisibles de captura (TAC) y cuotas para el 2024. La entente de cinco países ha hecho recoger en el documento de conclusiones su malestar por que «Noruega no respete los principios políticos de entendimiento sellados con la UE al no fijar, desde abril del 2022, una cuota de bacalao de aguas de Svalbard para los socios comunitarios que le corresponden históricamente».
Dejaban constancia de su decepción por el hecho de que a principios de diciembre Oslo todavía no había puesto esa cantidad a disposición de la UE en los intercambios bilaterales e instaban al país nórdico a «respetar plenamente a la UE y los derechos e intereses de los Estados miembros en Svalbard, incluidos los derechos de pesca y el establecimiento de la UE plena cuota para 2024». Subrayaban, asimismo, que «este problema debe resolverse lo antes posible».
En aguas internacionales
Son 12.400 toneladas de bacalao las que le corresponderían a la flota comunitaria en aguas de Svalbard por derechos históricos, recuerda Iván López, presidente de Agarba (Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao). Y aunque este año la UE ha dado autorización para pescar en aguas internacionales 3.000 toneladas que en virtud de los acuerdos podrían capturarse en el entorno de esas islas bajo administración noruega, no es, ni de lejos, la solución ideal al pulso que está echando Oslo a la UE. «Noruega está generando problemas no solo con el bacalao, también con la caballa y los Estados miembros están ya hartos», explica. Por eso ahora que toca revisar los acuerdos del Espacio Económico Europeo (EEE), y que el Consejo y el Parlamento Europeo tienen baza en esa negociación, no estaría de más emplearla como baza para hacer cumplir los acuerdos internacionales. Porque en medio de ese espacio se ve envuelto el salmón. Y son muchos millones.