«José Manuel García Piay: gracias, maestro. Nunca te olvidaremos»

El fallecimiento en el día de hoy de José Manuel García Piay deja a Aetinape con una irreparable orfandad, pues con él desaparece uno de los más claros testimonios de compromiso y solidez de nuestra organización.

Sus 96 años de paso por este mundo han supuesto una enorme suerte para todas las personas que le conocimos, en especial su esposa Chelo, sus hijos y numerosas amistades que hoy lloran su fallecimiento.

Se ha ido el Gran Capitán, el que desde su humilde origen en Sabarís (Baiona) del que siempre presumió orgulloso, aunque Bouzas fue su lugar de residencia, hasta convertirse en uno de los referentes, entre otras, de las flotas de Casa Mar o Pescanova, donde desarrolló parte de su vida profesional rodeado de un enorme prestigio como capitán de gran conocimiento y un talento que nunca desperdició en banalidades.

Un gran conversador y la mitad del binomio que formó siempre con su inseparable amigo, Capitán Andonegui, originario de Deba (Gipuzkoa), con quien formó un tándem que se extendió a sus respectivas familias, más allá de lo profesional.

Este gran apasionado de la pesca lo fue también de su profesión, especialmente en la fundación del movimiento asociativo del colectivo marítimo-pesquero, en el que fue una pieza clave para superar las estrecheces localistas que algunas personas defendían y dar un paso al frente, que posibilitó que Aetinape haya superado los 42 años de vida y cuya fortaleza se mantiene gracias a la inspiración de personas como nuestro querido amigo y compañero Piay, que siempre creyeron en este proyecto colectivo y mantuvieron firme el timón de la nave y la potencia de los motores. Por su ejemplar trayectoria, el VII Pleno de Aetinape, celebrado en Huelva en 1992, decidió nombrarlo Socio de Honor de la entidad

El fallecimiento de Piay supone una gran pérdida, pero también un gran estímulo para continuar su labor.

Gracias por todo, amigo y compañero.