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Anfaco y Pescados Rubén prueban subproductos de merluza como antídoto contra la inflamación crónica

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somos mar Redacción / La Voz

La patronal conservera desarrolla varios proyectos que tratan de demostrar científicamente los beneficios del pescado sobre la salud

20 Nov 2024. Actualizado a las 04:45 h.

Está científicamente demostrado que consumir pescado reduce los riesgos cardiovasculares de las personas e, incluso, de aquellos que ya han tenido un episodio de infarto. El cardiólogo del Chuac Guillermo Aldama lo ha difundido y repetido en multitud de foros, loando también su probada capacidad de mantener a raya el colesterol malo. E incluso se vincula su consumo con la producción de serotonina, de modo que actúa como el Prozac contra la depresión, de ahí que representantes del sector pesquero hayan incluido en sus saludos la coletilla de «comed pescado, que seréis más felices».

Pero la patronal conservera, Anfaco, está convencida de que tiene muchos más beneficios. De que lo cura casi todo. De que no es solo fuente de felicidad, sino también fuente de la eterna juventud. Y a demostrarlo dedica varios proyectos enmarcados en la línea de investigación focalizada en la salud que recoge su Plan estratégico 2024-2026. El último pretende demostrar científicamente que puede contrarrestar la inflamación crónica, «resultante de la combinación de factores genéticos y ambientales, como los hábitos nutricionales y el estilo de vida, y puede ocasionar la aparición de las enfermedades más prevalentes y debilitantes relacionadas con el envejecimiento, como las enfermedades cardiovasculares, la aterosclerosis, el síndrome metabólico, la diabetes tipo 2, la obesidad, la neurodegeneración, la artrosis, la osteoporosis y el cáncer, entre otros», señala Anfaco en un comunicado. Y si ya hay estudios que apuntan a que una dieta saludable es la mejor estrategia para contrarrestar los efectos nocivos de ese proceso denominado inflammaging o envejecimiento inflamatorio, dedica uno de sus estudios a demostrar «la eficacia de una estrategia nutricional a través del consumo de pescados y mariscos que actúen contra la inflamación crónica y el daño oxidativo, aportando evidencias sobre la contribución del pescado para un retraso del envejecimiento». A eso ha dedicado este año 1,7 millones de euros de su línea de investigación en Biotecnología y Salud. En ese presupuesto se encuadra el proyecto Redinter, financiado por el CDTI por valor de 155.000 euros para el período 2022-2025, en el que, junto a la empresa Pescados Rubén de A Mariña lucense, investiga la obtención de ingredientes funcionales a partir de la valorización de subproductos de merluza, que se utilizarán para diseñar productos de pescado con beneficios frente al inflammaging.

Esa investigación está vinculada a la participación de Anfaco en dos redes de excelencia Cervera, la Red Tecnomifood y la Red Optiprot. Y más concretamente en la última, que aplica tecnologías ómicas (basadas en metodologías que permiten la obtención de grandes cantidades de datos) para la investigación del uso combinado de la proteína de pescado con otras fuentes proteicas alternativas, como las microalgas y las levaduras.

Otros proyectos dirigidos a demostrar la vertiente saludable del pescado son los europeos Impress, Novafoodies, Ecofishent y Sea2Sea, en los que se está estudiando la capacidad como bioactivos de hidrolizados proteicos obtenidos a partir de subproductos de pescado, recopilando los beneficios para la salud que aportan especies como la corvina y dorada, ambas producidas por acuicultura sostenible, y el pulpo capturado por pescadores artesanales. También se está participando en la demostración, en entornos relevantes, de diferentes especies de pescado poco explotadas, «pudiendo aumentar hasta un 4% la producción sostenible de pescado mundial de cara al 2027».

Los resultados obtenidos de estos proyectos permitirán, asegura Anfaco, aglutinar información consolidada para defender los efectos beneficiosos sobre el envejecimiento inflamatorio del consumo regular de pescados y mariscos, lo que a su vez tendrá un impacto positivo sobre prevención de enfermedades asociadas como la obesidad o el síndrome metabólico, entre otras.

El objetivo es tener a principios del 2027 nuevas evidencias científicas que permitan plantear recomendaciones de consumo a las Administraciones públicas, y la importancia de partir desde la infancia ante el reto del envejecimiento poblacional.

En declaraciones de Celina Costas, Responsable de Biotecnología y Salud: «El personal investigador de Anfaco está consiguiendo validar los beneficios del pescado como un alimento que ayuda a prevenir procesos de envejecimiento celular por inflammaging como un nuevo reclamo público en defensa de su consumo regular. Además, aplican las ciencias ómicas (que analizan las redes de interacción entre moléculas para comprender a los sistemas biológicos más complejos con mayor precisión) para estudiar cómo los alimentos influyen en la salud, incluyendo la presencia de posibles contaminantes, permitiendo garantizar que es seguro y recomendable consumir pescados y mariscos».


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