La flota gallega tendrá más cuota de pez espada y perspectivas de ganar quenlla

La flota gallega regresó ayer de Limassol (Chipre) con más cuota de pesca de pez espada para el año que viene y los dos siguientes. Ese aumento con el que vuelve de la cumbre anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) ha sido posible gracias a que se alcanzó «un acuerdo clave en la gestión» de la que es una de las especies objetivo del palangre de superficie, explicó en un comunicado la Organización de Productores Nacional de Palangre de Altura (Opnapa), adscrita a la Cooperativa de Armadores de Vigo. Su representante, el gerente de Arvi, Edelmiro Ulloa, calificó de positivos los acuerdos alcanzados. Ya no solo porque la herramienta utilizada para definir el total admisible de capturas (TAC) de pez espada permitiese ese incremento del Xiphias gladius, sino porque esa Evaluación de Estrategias de Ordenación (MSE) podría aplicarse a partir del año que viene a la tintorera o quenlla (Prionace glauca). Al menos así lo ha pedido la UE en la cumbre, donde presentó una propuesta para que en el 2025 el comité científico de la Iccat trabaje en un MSE en sus dos stocks atlánticos.

La evaluación de estrategias de ordenación (MSE) es un proceso de colaboración entre los científicos y los gestores pesqueros que, a través de una simulación informática, compara la capacidad de distintas medidas para conseguir los objetivos de ordenación previamente acordados. Y eso es lo que ha llevado a aceptar la propuesta de Canadá que se tradujo en un aumento de alrededor de 1.500 toneladas en el total admisible de capturas (TAC) de pez espada. Este mejorará hasta «alcanzar las 14.768 toneladas para un ciclo de ordenación de tres años 2025-2027», explica Opnapa. De ese total, a la flota española le corresponden 6.400 toneladas.

También la Organización de Productores Pesqueros de Burela valoró positivamente tanto el incremento del TAC de pez espada como la decisión de empezar a trabajar en el plan de gestión de la tintorera, aunque duda que, dada la carga de trabajo del comité científico de la Iccat, pueda aplicarse de inmediato, explicó José Manuel Fernández Beltrán, secretario técnico de la OPP Burela. «Como moito poñeranse os piares para poder aplicala nos seguintes anos», añadió.

Aletas adheridas

A pesar de que, en líneas generales regresa satisfecha de la cumbre, la flota de palangre de superficie, un segmento eminentemente gallego, viene desanimada porque tampoco en esta ocasión se ha conseguido extender la obligación de descargar los tiburones con las aletas adheridas. De nuevo la oposición rotunda de China y Japón a prohibir el corte de las extremidades del escualo a bordo ha frustrado las intenciones de la Unión Europea de imponer una normativa que su flota está obligada a cumplir desde el 2013. Once años, pero asegura Ulloa que tratando de imponerlo en la Iccat ya van 16. Todos sin éxito, con lo que «el level playing field o igualdad de condiciones de actividad» sigue sin cumplirse «y crece la frustración de las flotas que llevan años aplicando la medida». No obstante, en esta ocasión, parece que Japón ha dado un paso adelante y, según Fernández, presentará una propuesta al respecto. Pero será ya el año que viene.

Lo cierto es que esta cumbre número 24 de la Iccat, con el marraxo pendiente de evaluación y sin cambios en el bonito del norte, ha sido relativamente tranquila para el palangre de superficie. No ocurre lo mismo con la flota atunera, pues el reparto de los stocks de túnidos tropicales y las medidas de gestión como la veda ocuparon la mayor parte del debate.