Países de la UE deciden actuar para frenar la caída del consumo de pescado

Durante mucho tiempo se ha perdido de vista que lo que captura la pesca es para comer. Para llenar la despensa comunitaria. Eso es en lo que, de un tiempo a esta parte, ha venido incidiendo el sector: en que es pieza clave en la soberanía alimentaria. Y ese fue el eje sobre el que giró la reunión que los directores generales de la UE mantuvieron en Málaga, convocados por la presidencia española, que ha situado el reconocimiento de la contribución de la pesca y la acuicultura a la seguridad alimentaria de Europa entre sus prioridades, junto al debate sobre la descarbonización de la flota y a la revisión de la toma de decisiones sobre las cuotas de pesca.

La secretaria general de Pesca española, Isabel Artime, convenció a sus homólogos de que la pesca y la acuicultura son claves para garantizar la autonomía estratégica alimentaria en la UE. «Ha sido un debate muy enriquecedor, en el que se han aportado muchas ideas y en el que hemos compartido que estamos en un momento muy oportuno para abordar una cuestión tan necesaria», palabras que un comunicado del Ministerio de Agricultura achaca a Artime.

La reunión también ha servido para evidenciar que es hora de tomar medidas y poner en marcha mecanismos para fomentar el consumo de productos de la pesca para revertir el descenso que se ha producido en los últimos años. Una tendencia pronunciada en España, pero que se repite en otros países del entorno. Y eso tendrá repercusiones en el sistema de salud, dados los múltiples beneficios que tiene su consumo, como explicó el cardiólogo del Chuac Guillermo Aldama y el director de Pesca y Acuicultura de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación), Manuel Barange.

Condiciones igualitarias

Los directores generales también marcaron posiciones comunes sobre los retos a los que se enfrenta la autonomía estratégica de la UE en el ámbito pesquero y reforzaron el papel de los pescadores y acuicultores como garantes del suministro alimentario. Ahora bien, coinciden en que es preciso garantizar el level playing field (iguales condiciones de juego) «en la gobernanza de los mares para garantizar condiciones equitativas de pescadores y acuicultores en el mercado comunitario».

Así, las autoridades de Pesca de los Estados miembros comparten que es conveniente trasladar a los foros internacionales que se apliquen a los productos importados de terceros países las mismas condiciones de producción que rigen en la UE, «que cuenta con los mayores estándares de calidad», apostilla el Ministerio de Agricultura. Isabel Artime recuerda que la producción pesquera comunitaria apenas cubre una tercera parte de la demanda. Y si no se garantiza la competencia en igualdad de condiciones, la balanza comercial seguirá desequilibrándose.