«¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene el pescado que comes?»

Frescos, refrigerados, congelados, en conserva o en otras elaboraciones, los productos del mar y de la acuicultura deben incluir información sobre la especie y la zona donde han sido capturados o cultivados, entre otros detalles. Por la salud y la seguridad alimentaria de los consumidores y, también, porque es una de las vías para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.

Cuando más pescado para comer que nunca llega desde cualquier lugar del planeta a los mostradores de pescaderías o a los lineales de los supermercados, desde FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, animan a los consumidores a ejercer su «derecho a saber de dónde procede el pescado que comemos».

Porque «la pesca sostenible empieza por nosotros», apelan a cada uno de los ciudadanos, invitándolo a reflexionar sobre si «alguna vez te has preguntado de dónde viene el pescado que comes». No es una cuestión menor en un mercado global donde «1 de cada 5 capturas procede de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada».

Esa práctica «agota los preciosos recursos de nuestros océanos, mares, lagos y ríos», subrayan desde FAO. Y perjudica a la biodiversidad, al medio ambiente marino porque «sin control y oculta, viola las reglas sobre cómo, cuándo y dónde se captura el pescado, y cuánto se captura».

«Pero podemos cambiar esta situación», destaca la campaña de FAO en redes sociales como Twitter. «Saber de dónde procede el pescado que comemos nos ayuda a tomar decisiones informadas», concluye.