Reino Unido adoptará acciones legales por el conflicto pesquero con Francia
Pesca y Marisqueo
El Gobierno de Johnson dice que tomará además medidas «prácticas» contra la UE en respuesta a las últimas amenazas del Ejecutivo francés
30 Oct 2021. Actualizado a las 09:41 h.
El Gobierno de Reino Unido iniciará trámites legales y tomará medidas «prácticas» contra la UE en respuesta al paquete de medidas que Francia ha amenazado con llevar a la práctica si no se resuelve el contencioso sobre la pesca en el canal de la Mancha para el 2 de noviembre. Así lo indicaron miembros del gabinete de Boris Johnson, quien se ha visto forzado a lidiar con la última ofensiva gala en el marco de la cumbre del G20 y de su presidencia de la COP26, que se inaugura en Glasgow este sábado. Es muy probable que el mandatario conservador ataje la crisis diplomática con el presidente Emmanuel Macron en los aledaños de la reunión del grupo de las veinte economías destacadas, que se celebra este sábado en Roma.
Este viernes, la embajadora de Francia, Catherine Colonna, fue convocada al Ministerio de Exteriores británico donde la secretaria de Estado Wendy Morton le comunicó que Londres dará una respuesta «calibrada» a cada «injustificada e inapropiada» medida de presión por parte de París. Los comentaristas coincidieron en observar que los Gobiernos tienden a llamar a consultas a representantes de Gobiernos considerados hostiles o abiertamente enemigos.
«Dos pueden jugar a este juego y nos reservamos la capacidad de responder de una forma proporcionada», subrayó a los medios el ministro de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, George Eustice. El paquete de represalias anunciadas por Francia el miércoles incluyen el cierre de sus puertos de Normandía y Bretaña a pesqueros británicos, estrictos controles en el tráfico de mercancías entre ambos países y revisiones sanitarias del pescado procedente de Gran Bretaña. En una segunda tanda se actuaría en el suministro de energía que Francia envía a Jersey, territorio dependiente británico, que está en el centro de la disputa de licencia de pesca.
Las medidas afectarían al transitado enlace transfronterizo Calais-Dover, donde cada minuto de retraso mientras agentes de aduanas revisan la documentación de un transportista causa kilómetros de cola en las carreteras de acceso al puerto. Por lo pronto, Londres ha desempolvado el protocolo de choque que puso en práctica al inicio de la pandemia cuando Francia reforzó los requisitos de pruebas negativas de conductores y pasajeros.
Acuerdo de Comercio
Abogados gubernamentales sostienen que las represalias galas «infringirían» el Acuerdo de Comercio y Cooperación (ACC) entre Reino Unido y la UE, que Bruselas tiene la obligación de hacer respetar a sus socios. Así lo comunicó el secretario de Estado para las relaciones con Europa, David Frost, durante la reunión sobre la revisión del Protocolo irlandés que mantuvo ayer con el vicecomisario de la Comisión, Maros Sefcovic.
Su activación provocaría la acción legal de Londres.
«El Gobierno está considerando la posibilidad, en tales circunstancias, de invocar el procedimiento de disputas del ACC y de otras respuestas prácticas», señaló la oficina del primer ministro. El comunicado menciona la introducción de «procesos y controles rigurosos en la actividad pesquera» de la UE en aguas territoriales de Reino Unido. Se actuaría «dentro de los términos» del acuerdo del pos-brexit, según la posición anunciada ayer.
Esta justificación está en línea con la amenaza, reiterada por Frost, de que ejecutará el Artículo 16 del Protocolo irlandés, que permite echar el freno unilateralmente a ciertos apartados del acuerdo del divorcio, si la UE no accede a sus demandas de reforma de lo pactado en 2019. Un «espíritu constructivo» presidió la reunión celebrada ayer en Londres, que dejó de nuevo al descubierto «sustanciales agujeros» entre ambas posiciones, de acuerdo con Downing Street.