El besugo fresco español volverá a escasear porque ningún barco podrá pescar más de 80 kilos al día
Pesca y Marisqueo

Los 68.000 kilos subastados en lo que va de año en Galicia se han pagado a una media de 21 euros
20 Dec 2021. Actualizado a las 09:09 h.
Sin tasas ni impuestos, los más de 68.000 kilos de besugo subastados en lo que va de año en las lonjas gallegas se han pagado a una media de 21 euros el kilo. Conocido en Galicia como ollomol, España tiene tan poca cuota de ese delicioso pescado que la flota nacional de Gran Sol no puede capturar ni uno desde el pasado 5 de noviembre, aunque en el caladero nacional todavía queda cuota. El próximo año seguirá siendo un lujo y volverá a escasear porque ningún barco podrá pescar más de 80 kilos al día.
Al menos esa es la propuesta inicial transmitida al sector por la Secretaría General de Pesca, que dirige Alicia Villauriz. De los 84.000 kilos con lo que cuenta España le asigna el 56 % a los pesqueros que faenan de Fisterra al norte de Galicia y en el resto del Cantábrico, en la zona 8c. Y el 44 % restante es para los que operan en aguas no nacionales del golfo de Vizcaya, en el noroeste de Escocia e Irlanda del Norte, en el mar de Irlanda, el mar Céltico, el banco de Porcupine y el oeste y el suroeste de Irlanda (zonas 8a,b,d y e, 6 y 7).
«Para garantizar una gestión sostenible y racional», marca un tope de 80 kilos diarios en aguas españolas y de 30 en las comunitarias. «En función del consumo» en cada una de ellas, esos límites podrán variar.
Ya sucedió este año, que comenzó en el caladero nacional con un límite de 120 kilos diarios por barco y se redujo a 50 a principios de junio, cuando bajaron de 40 a 20 en Gran Sol. A finales de julio, «con el fin de no poner en peligro la actividad normal de los buques», los 50 se quedaron en 30 y los 20 en tan solo 5.
Ni siquiera así se evitó el cierre de la pesquería de besugo en los caladeros comunitarios, donde desde el 5 de noviembre los palangreros deben devolver al mar cualquier pieza que capturen accidentalmente, anotándolo en sus diarios de pesca. Pero los arrastreros de fondo y los volanteros han de alejarse de «aquellas zonas donde potencialmente se puedan producir capturas de esta especie» porque si pescan un solo besugo, o más, «deberán ser llevados a puerto, siendo objeto de infracción», advirtió la Secretaría General de Pesca.