La OMC decidirá en un mes si retira exenciones fiscales al gasoil que la pesca precisa más que nunca

Con la bonificación estatal de 20 céntimos por litro, el gasoil pesquero pasa ahora de un euro, el doble de lo que costaba antes de la invasión de Ucrania. Tocada en la línea de flotación por la escalada general de costes, la flota aguarda con preocupación la próxima conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Falta poco más de un mes para la cita del 12 al 15 de junio en Ginebra (Suiza), donde los 164 socios de ese organismo se pronunciarán sobre la retirada de las exenciones fiscales al combustible pesquero.

Justo cuando la flota las precisa más que nunca, quedarse sin esas bonificaciones podría encarecer más de la mitad el precio del litro de carburante, estiman dirigentes del sector. Cuando la rentabilidad e incluso la viabilidad de la flota se ven comprometidas por la galopante inflación, cunde el temor a que en la OMC prospere una medida planteada hace más de 20 años con idea de eliminar todo tipo de subsidios que alienten la sobrecapacidad de la flota, la sobrepesca o la pesca ilegal, a lo que desde hace unos años se añadió el propósito de impulsar la descarbonización para contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Poco antes de que la pandemia obligase a aplazar la cumbre que se celebrará ahora, la OMC admitía divergencias sobre las exenciones fiscales al gasoil pesquero. Ahora, con la economía mundial congestionada por el impacto de la guerra en Ucrania, Ngozi Okonjo-Iweal, directora de la OMC, asume que en el contexto geopolítico actual «tal vez no se pueda lograr todo lo que se quiere». Porque peligraría una fuente de riqueza y un sector esencial como proveedor de alimentos, la pesca cruza los dedos para no perder esa bonificación.