La UE consuma el veto a toda la pesca de fondo en 87 áreas de España, Portugal, Francia e Irlanda
Pesca y Marisqueo
La prohibición expulsa a unos mil barcos de 16.419 kilómetros cuadrados
16 Sep 2022. Actualizado a las 09:01 h.
La Comisión Europea acaba de consumar el veto a toda la pesca de fondo en 87 áreas de España, Portugal, Francia e Irlanda. Ignorando la inusual «no opinión» del Consejo Europeo, las reiteradas advertencias del sector sobre la presunta ilegalidad de una prohibición carente de los preceptivos informes de impacto socioeconómico y sin diferenciar los distintos impactos de los artes pesqueros, Virginijus Sinkevicius, eurocomisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, expulsa de sus caladeros tradicionales a unos mil barcos, parte de ellos gallegos. Concreta que no podrán faenar en 16.419 kilómetros cuadrados, en 57 zonas porque son espacios donde se sabe que hay ecosistemas marinos vulnerables y en los otros 30 no lo especifica, pero todo apunta a que se supone que podría haberlos ya que serían «zonas sensibles».
Aclara en un comunicado recién publicado que la medida afecta todos los buques, comunitarios o de otros países, que empleen artes en contacto con el suelo marino: «redes de arrastre de fondo, dragas, redes de enmalle de fondo, palangres de fondo, nasas y almadrabas». La Comisión se vale de la fórmula del acto delegado de ejecución que le permite aplicar un veto que entrará en vigor 20 días después de su publicación el Diario Oficial de la Unión Europea. A partir de ese momento se abre un período en el que los Estados podrían recurrirlo.
Los argumentos del eurocomisario
«Al cerrar el 17 % del área entre 400 y 800 metros de profundidad de las aguas de la UE del Atlántico nororiental a los artes de pesca de fondo, estamos cumpliendo nuestro compromiso de proteger y restaurar la vida marina y, después de 4 años, finalmente implementamos uno de los principales disposiciones del Reglamento de acceso a aguas profundas», explica Sinkevicius en el comunicado.
El eurocomisario califica una nueva restricción que hace temblar los cimientos de la pesca como un «deber con nuestra sociedad, con las generaciones futuras y en particular con aquellos cuyo sustento depende de los recursos marinos».
«La menor interrupción posible» a la pesca
Si antes del verano Sinkevicius reconocía que prohibir todos los artes de fondo «requiere un gran esfuerzo de nuestro sector pesquero», ahora le expresa su «agradecimiento por el compromiso y los esfuerzos realizados para acompañar este nuevo capítulo de la conservación de los océanos». Y, para asombro de la flota, el comunicado de la Comisión asegura que así se «genera la menor interrupción posible a las actividades pesqueras».
Según la Comisión, los 16.419 kilómetros cuadrados «reservados para la protección de ecosistemas marinos vulnerables por debajo de los 400 metros representan el 1,16 % de las aguas de la UE del Atlántico nororiental». Y se justifica porque, según dice, su controvertida decisión sale adelante «después de amplias consultas con los Estados miembros y las partes interesadas, incluida la industria pesquera y las oenegé en los últimos dos años».
Y subraya que «estos cierres ofrecen una mayor protección para ayudar a restaurar los ecosistemas marinos vulnerables, como los arrecifes de coral de aguas frías, los montes marinos y los corrales marinos en aguas profundas». Un paso más, añade el comunicado oficial, «después de la prohibición de la pesca de arrastre de fondo por debajo de los 800 metros, que se introdujo en 2016».