Más de 85 millones de euros podrían quedar en el mar si Pesca no reasignase cupos

Gran parte de los peces de interés comercial se gestionan en la Unión Europea (UE) con totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas. El Consejo de Ministros de Pesca de la UE los marca en base a las recomendaciones científicas, los distribuye entre los Veintisiete con esa clave de reparto conocida como principio de estabilidad relativa, y cada Estado asigna las cuotas nacionales, por barcos o por flotas o por provincias. «Son un recurso público, un bien común», subraya el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que permite intercambios o compraventas, temporales o definitivas, y hasta usarlas como aval bancario. Al detectar «un problema de falta de aprovechamiento por algunas flotas y un agotamiento temprano por otras», recupera las que no suelen capturarse a fin de año para redistribuirlas gratis entre los que agotaron las suyas y las necesitan.

De momento, casi 55 millones de kilos de atún patudo, cigala, gallo, jurel, lirio, merluza, rape, sardina y xarda. A los precios de lonja, su valor en primera venta supera los 85 millones de euros. Una fortuna que podría quedar en el mar si Pesca no reasignase los cupos mediante lo que llama «mecanismo de optimización».

Antes del día 15 lo hará oficial. Aun así, la flota no podrán rentabilizar todo, porque es incapaz de pescar algunas especies, por mucho que se empeñe y por mucho que los científicos aseguren que abundan. No todos los barcos pueden beneficiarse del acceso a los sobrantes sin coste, deben cumplir varios requisitos. 

Divergencias y detalles

«En ningún caso podemos admitir que haya un armador disponiendo de un derecho de pesca que no utilice o se dedique a especular con fines mercantiles y no para desarrollar una actividad pesquera legal», declaró tiempo atrás Luis Planas, ministro en funciones de Agricultura y Pesca. Crea «inseguridad jurídica» y perjudica a los armadores que invirtieron millones en comprar cuotas para seguir a flote, alega el sector.

Más allá de divergencias, la ley ampara la reasignación de cupos ya iniciada por el ministerio con el atún patudo en el Atlántico. Tomando como referencia la cuota nacional que sobró en los tres últimos años, recuperó 1,91 millones de kilos, unos 8,6 millones de euros en las lonjas gallegas, donde se paga a 4,5 el kilo.

Aún no es oficial y, por tanto, pueden variar las cantidades de las otras ocho especies, todas de los caladeros nacionales. Una, la cigala, de la cual prevé redistribuir 32.382 kilos, unos 508.000 euros ya que en primera venta se cotiza al 15,7 el kilo.

Rozan los 1,9 millones de kilos de gallo los que quedaron sin capturar, con lo cual la flota pesquera aún tiene opción a ingresar 7,3 millones de euros porque el precio medio por kilo son 3,9 euros.

De lirio o bacaladilla sobraron en los tres últimos años 14,4 millones de kilos, más de 7,6 millones de euros pues a los pescadores les pagan el kilo en la rula a 53 céntimos.

Asimismo, Pesca contabiliza 2,3 millones de kilos de merluza sin aprovechar en aguas españolas, lo que equivale a 9,3 millones de euros, a un promedio de 4,05 por kilo.

Casi 227.000 kilos de jurel de Fisterra hacia el norte y dos millones de kilos sardina

Los cerqueros de Galicia y del resto del Cantábrico agotaron el 24 de agosto su cuota común de sardina. Sin opción de pescar jurel de forma dirigida desde Fisterra hacia el norte durante todo el año, no dudaron en comprar sardina a armadores del golfo de Cádiz, donde se reparte por embarcación, pagando el kilo a unos 35 céntimos, más de un tercio de la cotización en lonjas gallegas.

Después de recontar cuánta sobró en los tres últimos años, Pesca prevé repartir gratis 2,1 millones de kilos de sardina que valdrían unos 2 millones de euros. A los cerqueros del golfo de Cádiz les retira 1,4 millones de kilos, el 26 % de su cupo anual. A los xeiteiros de las Rías Baixas les saca 305.230 kilos, el 60 % de su cuota. Y a eso le suma 331.337 kilos de armadores que el año pasado excedieron sus posibilidades de capturas. De aquí al 30 de noviembre, cuando rematará la campaña, marca un tope de 1.500 días kilos por día y barco, con un máximo de cuatro jornadas semanales de actividad.

Solo para pesca accidental y con un límite diario de 100 días por embarcación, el ministerio prevé repartir en aguas nacionales desde Fisterra al Bidasoa casi 227.000 kilos de jurel, 293.000 euros, a una media de 1,29 el kilo. De ellos, 100.000 proceden de un intercambio con Portugal. Del jurel de Fisterra hacia el sur sobran 23,1 millones de kilos que valdrían 29,8 millones de euros, pero la flota no los verá porque ahí nunca logra pescar lo que podría.